Estos medios intentan fomentar la confianza a través de la transparencia. ¿Está funcionando?

Cabeceras en España, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos son transparentes sobre sus correcciones, estándares y metodologías. Aquí explican por qué
Eva Belmonte y David Cabo, coeditores de la organización española sin ánimo de lucro Civio, hablan en un acto con socios. | Cortesía de Civio

Eva Belmonte y David Cabo, coeditores de la organización española sin ánimo de lucro Civio, hablan en un acto con socios. | Cortesía de Civio

Una parte sustancial del público no confía en las noticias la mayor parte del tiempo: sólo el 40% en 47 mercados dice que sí lo hace, según nuestro último Digital News Report. Esto puede estar influyendo en que el público se desconecte por completo de las noticias o se oriente hacia figuras no periodísticas para mantenerse informado. 

“Nuestro problema no es simplemente que el público no confíe en nosotros, sino que confía en otros intermediarios deshonestos. No sólo estamos siendo testigos de una crisis de credibilidad, sino también de una crisis de credulidad”, dijo Jelani Cobb, Decano de Periodismo de Columbia, en la Reuters Memorial Lecture de este año. 

Cobb sugirió que los periodistas deberían ser más transparentes y mostrar al público cómo hacen sus reportajes. Esto despertó mi interés por explorar cómo podría ser la transparencia radical en el periodismo y qué piensa la audiencia de ella. Para averiguarlo, hablé con cinco redacciones de España, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos que han experimentado con distintas formas de ser transparentes en su trabajo. 

¿Puede la transparencia aumentar la confianza? 

La transparencia periodística se ha propuesto a menudo como una forma de combatir el declive de la confianza en las noticias. La idea es que si las publicaciones explican su proceso mostrando cómo se elaboran sus noticias, el público confiará más en ellas. 

¿Qué dicen los estudios? Nuestro propio estudio sobre la confianza en las noticias sugiere que la transparencia es vista de forma positiva por el público y a menudo ocupa un lugar destacado cuando se pregunta a la gente qué estrategias de creación de confianza deberían priorizar los medios. Cuando se les pregunta en abstracto si determinadas prácticas de transparencia (como explicar la toma de decisiones, por ejemplo) aumentarían su confianza, la mayoría de las audiencias las perciben positivamente por un margen abrumador.

El periodista finlandés Jussi Latval, que nos acompañó hace unos años como Journalist Fellow, analizó si la transparencia aumenta la confianza en su propio proyecto, que sugiere que la transparencia a menudo no tiene efectos sobre la confianza debido a pruebas contradictorias y factores contextuales como la polarización política o los prejuicios culturales. En última instancia, la confianza depende de fuerzas sociales más amplias que van más allá del propio periodismo, por lo que la transparencia es una solución incompleta a un problema muy complejo.

Sin embargo, los medios con los que hablé siguen considerando valioso compartir sus procesos con el público, tanto por motivos de transparencia como de rendición de cuentas. 

Civio, un medio español especializado en investigar a las autoridades públicas, es una de esas redacciones. Eva Belmonte, redactora jefe de Civio, afirma que siempre han querido que todo saliera a la luz: desde sus finanzas hasta toda su metodología. 

“Lo hemos hecho desde el principio por dos razones”, explica. “Por un lado, para crear confianza en el lector: lo que escribe un periodista escriba en un periódico en papel no tiene por qué ser sagrado; tienes que demostrar que lo que estás diciendo es cierto. Por otro lado, para que fuera replicable lo que hacíamos.”

La mayoría de los lectores de Civio no intentan replicar su metodología, me dijo Belmonte, pero el hecho de que la metodología esté ahí ayuda a generar confianza a largo plazo. Esto es especialmente cierto en el caso de los medios digitales, que no pueden contar con la influencia que a menudo se asocia a la prensa tradicional.

“Muchas veces nos equivocamos”, dice Belmonte. “Pero si has explicado cómo has llegado a esa conclusión y luego lo has hecho mal, por lo menos has explicado cuál ha sido el proceso”.

Explicar tus decisiones

La empresa sueca Schibsted ha empezado a introducir lo que llaman ethics boxes [o recuadros éticos] en algunos de sus artículos para explicar al público algunas de las decisiones editoriales que han tomado en relación con una noticia determinada. 

Martin Schori, editor adjunto y director de Inteligencia Artificial e Innovación de Aftonbladet, uno de los principales títulos de Schibsted, me contó que este proyecto comenzó como una forma de aumentar la confianza en su periodismo y llegar a las audiencias más esquivas.

“Hemos dado [la confianza] por sentada durante mucho tiempo”, afirma. “Sobreestimamos los conocimientos del público sobre el periodismo y sobre el proceso periodístico. Hemos perdido una parte de la audiencia que quizá nunca vuelva por motivos políticos. No creo que un recuadro así en los artículos vaya a resolver ese problema. Pero sí creo que estos recuadros pueden atraer a personas que desconfían de lo que hacemos de forma sana aunque no a enemigos acérrimos”.

Una de las casillas éticas que 'Aftonbladet' ha desplegado en sus artículos.
Una de las casillas éticas que 'Aftonbladet' ha desplegado en sus artículos. 

Aunque por ahora los artículos que incluyen “recuadros ético” sólo están relacionados con la delincuencia, Schori dice que hay planes para ampliar el proyecto a más contenidos.

El énfasis en la delincuencia se debe a un dilema recurrente al que se enfrentan los medios de comunicación en Suecia: algunos periódicos deciden revelar el nombre y el rostro de un sospechoso, mientras que otros deciden no hacerlo. Schori explicó que todos los días reciben preguntas sobre estas decisiones editoriales. También dijo que han empezado a compartir sus propios procesos informativos explicando, por ejemplo, cómo verifican las fuentes. 

“La ambición es compartir todo lo posible en estos recuadros”, dijo. “Acabamos de añadir una para explicar cómo tratamos las fuentes anónimas y las fuentes en general”.

Por qué importan las correcciones

Tangle, un boletín político estadounidense no partidista dirigido por el periodista Isaac Saul, ha centrado sus esfuerzos de transparencia en su política de correcciones. Más del 90% de sus ingresos proceden de suscriptores de pago. Quienes pagan obtienen acceso al contenido prémium de los viernes, a la sección de comentarios y a información privilegiada sobre el negocio.

Cuando Saul puso en marcha Tangle en 2019, vio una tendencia dentro de los medios: Un internauta detectaba un error en un artículo y lo señalaba; en lugar de admitir el problema, el medio actualizaba rápidamente el artículo sin explicar ni asumir el error. 

“La primera vez que un lector me escribió para corregir un error en Tangle, al día siguiente lo puse en el boletín de noticias, en una sección en negrita que decía simplemente 'corrección', explicando cuál era el error, notificando a la gente que había actualizado la noticia y también explicando cómo había sucedido”, explicó Saul cuando hablamos para este artículo. 

Saul dijo que esta primera corrección generó muchas respuestas positivas entre su público por poner la corrección bien destacada, en lugar de un apéndice o en una nota a pie de página en el artículo. 

Tangle lleva la cuenta de cuántas correcciones ha publicado. En el momento de nuestra conversación, el boletín había publicado 132 correcciones en 294 semanas.

“Lo convertí en nuestra norma editorial: si había una corrección, la publicábamos en el boletín del día siguiente. Creo que genera confianza y es lo correcto”, me dijo Saul. “La gente siempre se queja de que la mayoría de los consumidores de noticias ven la noticia inicial pero nunca ven la corrección”.

Otra cosa que hace Saul es ser muy abierto sobre sus propios sesgos. El objetivo de su boletín es compartir diferentes perspectivas de todo el espectro político sobre un tema concreto. Además de compartir perspectivas de izquierda y derecha, Saul termina cada boletín compartiendo su propia perspectiva. 

“No intento decirles lo que es cierto ni pretender que mi opinión es la correcta. Pero es un acto de transparencia para mí decir 'aquí están mis prejuicios y les hablo desde esta posición'”, dijo. “Mi público suele ser escéptico respecto a la prensa tradicional. Así que es bueno decir: 'Esto es lo que sostengo como persona que les proporciona las noticias y es un contexto útil para que nos analicen como medio'”.

Invitando a la audiencia

Belmonte, de Civio, subraya que están encantados de que otras redacciones usen su trabajo para escribir sus propios artículos sobre él. Como muchos de los datos que adquieren suelen ser difíciles de conseguir, les gustaría que periodistas, académicos, abogados e incluso estudiantes los utilizaran para sus propias investigaciones. 

La replicabilidad es un principio básico del método científico y los periodistas aplican este principio exigiendo que la investigación se describa con suficiente detalle y transparencia para que otros puedan repetir la metodología y verificar si se pueden obtener los mismos resultados.

Civio no es la única organización que pretende que su trabajo sea replicable. El medio de investigación estadounidense The Markup tiene una sección separada en su página llamada Show Your Work [Muestra tu trabajo], donde esencialmente expone con detalle la metodología, los datos y las técnicas estadísticas utilizadas en sus investigaciones. 

Su directora, Sisi Wei, me dijo que, aunque lo hacen para ser transparentes para todos sus lectores, profundizan tanto porque quieren que la gente pueda reproducir sus investigaciones si lo desean.

“Esta era la idea que había detrás de todo esto”, dijo. “Si vamos a hacer estas investigaciones en profundidad que combinan el periodismo tradicional con la tecnología y cómo las hacemos, también queríamos ser transparentes sobre los pasos exactos que estábamos dando porque estamos tratando de ayudar a la gente a entender que se puede ser muy transparente como periodista. También queríamos asegurarnos de que cualquiera que sea un analista de datos, un programador o un experto en lo que hacemos pueda replicar toda nuestra metodología para demostrarlo por sí mismo”.

Incluso si no se tienen conocimientos técnicos, The Markup publica guías de recursos pensadas para que la gente pueda replicar sus investigaciones incluso sin conocimientos especializados. 

Un ejemplo que mencionó Wei fue esta serie de investigaciones que publicaron sobre la discriminación de precios en Internet en Estados Unidos. Ella y sus colegas descubrieron cómo las personas que viven en los barrios más ricos obtienen una conexión a Internet mucho más rápida que la de los que viven en barrios pobres por la misma cantidad de dinero. 

“Nos fijamos en la ciudad más poblada de cada estado de EEUU, pero hay montones de otros lugares donde la gente tiene internet, así que hicimos una guía para que cualquiera que quisiera ayudarnos pudiera replicar nuestra metodología para su comunidad”, explica. 

Crearon una guía de recursos en la que enseñaban a la gente a auditar si lo que estas empresas de internet decían al gobierno sobre sus precios era correcto y dónde denunciar esa información si era incorrecta. Wei dijo que más de 5.000 personas participaron en este ejercicio.

Una mentalidad abierta

El fundador y director creativo de Bellingcat, Eliot Higgins, comparte una mentalidad similar a la de los otros periodistas con los que hablé. Este medio de investigación está especializado en investigaciones de código abierto y comparte sus conjuntos de datos, metodologías y recursos con su audiencia. Higgins me contó que empezó a compartir cómo lleva a cabo sus investigaciones para generar credibilidad entre sus seguidores. 

“Para mí, se trataba de añadir información útil al entorno informativo sobre estos temas, no sólo para dar a conocer cosas, sino para que otras personas pudieran recogerlas y hacer sus propias cosas con ellas”, me dijo. “Es casi como una versión fragmentada de la investigación, en la que yo hago una parte y luego otros pueden retomarla si quieren basarse en ella”.

En un ecosistema informativo cada vez más polarizado, Higgins cree que, al ser transparentes y permitir que otros repliquen sus hallazgos, ofrecen una alternativa a limitarse a reforzar las creencias existentes. 

El fundador de Bellingcat subraya que es consciente de que la información bien documentada por sí sola no puede garantizar la confianza. “Puede ayudar a generar confianza entre el público en una especie de efecto de red, en el que mucha gente ve que el nombre de Bellingcat es citado por otras organizaciones en las que confía”, dijo.

La comunidad de Bellingcat es enorme. Su servidor en Discord, un lugar donde los investigadores de Bellingcat comparten sus últimas investigaciones y colaboran con su público, cuenta con unos 30.000 miembros. Estos usuarios profundizan en una amplia gama de temas, y a veces incluso son capaces de inspirar investigaciones originales sobre esas ideas. 

Un buen ejemplo es un grupo de personas de su servidor que investigó un vertido de petróleo en la costa de Trinidad y Tobago, un pequeño país en una región de la que se informa muy poco. Mediante el uso de procesos y plataformas que Bellingcat había compartido con su audiencia, dijo Higgins, estas personas fueron capaces de rastrear el tráfico marítimo y utilizar información satelital para ayudar a identificar qué barcos estaban involucrados en el derrame de petróleo. Bellingcat informó sobre este reportaje más tarde, lo que llevó a la Organización Marítima Internacional a investigar el vertido. 

“Nuestro trabajo es más valioso cuando creamos un diálogo que no se limita a informar a la gente, sino que la involucra en la creación de buena información porque ellos mismos valoran la buena información y forman parte de una comunidad que la valora”, me dijo Higgints. 

Sin embargo, hay ciertos límites a lo que la transparencia puede hacer para reforzar la confianza. Al menos dos de las personas con las que hablé mencionaron que las ideas preconcebidas profundamente arraigadas sobre las agendas de los medios pueden limitar la eficacia de estos métodos, ya que las audiencias a menudo ven los esfuerzos de transparencia a través de sus prejuicios y lentes políticas existentes.

Según nuestro propio estudio sobre la confianza, la transparencia tiende a profundizar la confianza de forma más eficaz entre quienes ya tienen actitudes positivas hacia el periodismo, reforzando los niveles de confianza existentes en lugar de convencer necesariamente a los más escépticos. Según el gráfico siguiente, extraído de este capítulo de nuestro Digital News Report 2024, la transparencia sobre procesos y normas importa más a los adictos a la política que a los menos interesados en ella.

La mayoría de mis fuentes reconocen que sólo una minoría de su público interactúa realmente con estas metodologías y recursos. Disponer de esta información proporciona una sensación de seguridad en la que el público puede poner a prueba su proceso en lugar de creer ciegamente en su trabajo. Una parte significativa del público confía simplemente en saber que hay información detallada (como la metodología o los datos) disponible, aunque sólo una pequeña parte la lea realmente en profundidad.

“Una parte importante de nuestro público confía en saber que está ahí”, afirma Wei. “Saben que pueden ir y leer las partes que son relevantes para ellos”.

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Gretel Kahn

What I do  I am a digital journalist with the Reuters Institute's editorial team, mainly focusing on reporting and writing pieces on the state of journalism today. Additionally, I help manage the Institute’s digital channels, including our daily... Read more about Gretel Kahn