Así afrontan los verificadores de datos el probable fin de su acuerdo con Meta
Mark Zuckerberg anunció recientemente que ponía fin a la larga colaboración de la empresa con organizaciones de verificación de datos. El programa, creado en 2016, formaba parte de los esfuerzos de la empresa por mejorar la moderación de contenidos en sus plataformas. Según sus normas, la empresa remite las publicaciones sospechosas a los verificadores de datos para su evaluación. Las que los verificadores consideran falsas o engañosas se etiquetan y se desplazan más abajo en las páginas de los usuarios.
Este sistema se sustituirá por “notas de la comunidad” al estilo de X, en las que los propios usuarios añaden contexto a las publicaciones engañosas. Esto llega justo cuando Zuckerberg se suma a la lista de multimillonarios tecnológicos que están donando dinero a la investidura del presidente electo Donald Trump.
“Después de que Trump fuera elegido por primera vez en 2016, los medios tradicionales escribieron sin parar sobre cómo la desinformación era una amenaza para la democracia”, dijo Zuckerberg. “Intentamos de buena fe abordar esas preocupaciones sin convertirnos en árbitros de la verdad. Pero los verificadores de datos han sido demasiado parciales y han destruido más confianza de la que han creado, sobre todo en los Estados Unidos”.
Aunque Zuckerberg expresó que estos cambios se implementarán de forma inminente en EEUU, la empresa trabaja con cientos de organizaciones de verificación de datos en más de 115 países. Según el Financial Times, Meta afirmó que “no hay ningún plan inmediato” para terminar con la colaboración entre los verificadores de datos y Meta e introducir notas de la comunidad en otros países. Pero los verificadores de todo el mundo ya se están preparando para lo que consideran la inevitable desaparición del programa mundial de verificación de Meta.
Con este deprimente telón de fondo, he hablado con siete organizaciones de Brasil, Croacia, Italia, Nigeria, Filipinas y Ucrania para examinar el posible impacto de esta decisión en su trabajo, sus redacciones y sus audiencias.
1. ¿Le seguirá el resto del mundo?
Meta no se ha puesto en contacto con ninguno de los verificadores de datos con los que he hablado desde el anuncio. Pero la mayoría de ellos confían en que sus contratos con la empresa se mantendrán intactos al menos hasta finales de este año. A pesar de ello, todos los verificadores con los que hablé se están preparando para que esta decisión se extienda más allá de Estados Unidos.
“No veo ninguna razón por la que debamos creer en la palabra de Mark Zuckerberg”, afirma Ana Brakus, directora ejecutiva de la organización croata Faktograf. “No ha demostrado ser precisamente digno de confianza y sería muy descuidado basar nuestras futuras decisiones empresariales en tomarle la palabra”.
La aplicación de estas nuevas normas puede variar de un país a otro, dependiendo de la legislación local y de la voluntad política de hacerlas cumplir. Cualquier decisión, por ejemplo, podría verse afectada por la Ley de Servicios Digitales de la Unión Europea y Online Safety Act del Reino Unido.
Como señaló nuestro colega Lucas Graves en un reciente artículo para The Guardian, el “marco regulador de la Ley de Servicios Digitales está inacabado y sin probar”, ya que los primeros cargos formales presentados en virtud de la ley contra X de Elon Musk siguen sin resolverse.
Mis fuentes de verificación en la comunidad europea no son optimistas sobre la aplicación de la ley por parte de la UE. Hasta ahora, el único comentario público de la UE sobre el asunto es que cualquier plataforma que desee eliminar tales políticas “tendrá que llevar a cabo una evaluación de riesgos y enviarla a la Comisión Europea.”
“Esperamos que la UE se muestre fuerte frente a estas amenazas, pero soy optimista”, afirma Tommaso Canetta, vicedirector de la organización italiana de verificación de hechos Facta News.
“Como verificador y periodista”, añade, “no creo que le pueda decir a las instituciones de la UE lo que deben hacer en concreto, pero sí deben defender las normas que han creado y aplicarlas”. Si Meta demuestra que puede contrarrestar eficazmente la desinformación incluso sin el programa de verificación, no debería imponer multas. Pero si Meta no lo logra, deben aplicarse las normas de la UE. Arrastrarse ante la presión extranjera y renegar de sus propias normas sería muy peligroso, y moralmente incorrecto”.
Brakus no está segura de que Meta tenga incentivos para seguir la normativa de la UE y cuestiona la capacidad de la Comisión Europea para hacer cumplir sus propias leyes, especialmente contra un gigante tecnológico. Menciona el precedente de X, cuyo propietario, Elon Musk, desmanteló rápidamente el sistema de moderación de contenidos de la plataforma sin apenas oposición.
“La Ley de Servicios Digitales tiene posibilidades de funcionar, pero es demasiado pronto para saberlo”, dice Brakus. “Incluso cuando la UE aprueba una buena normativa, no siempre es buena aplicándola y es a menudo lenta”.
2. ¿Cómo afectará esto a los ingresos de los verificadores?
En 2022, Meta presumió sobre construir “la mayor red global de verificación de hechos de cualquier plataforma” y de haber “contribuido con más de 100 millones de dólares a programas que apoyan nuestros esfuerzos de verificación de hechos desde 2016.”
Muchas organizaciones de todo el mundo dependen de la financiación de Meta y ahora pueden quedarse en la estacada tras su decisión. Ninguno de los medios con los que hablé dijo que perder la financiación de Meta les fuera a obligar a cerrar. La mayoría afirma incluso que podrán conseguir otras fuentes de financiación para compensar las pérdidas.
Varios medios se abstuvieron de darme cifras sobre el porcentaje de su financiación procedente de Meta por el acuerdo de confidencialidad que tuvieron que firmar con la empresa. Los que compartieron alguna información dijeron que es significativamente inferior al 50% de su presupuesto y que oscila entre el 20% y el 30%. Varios verificadores mencionaron que ya han diversificado sus fuentes de ingresos para no depender demasiado de un solo programa.
Yevhen Fedchenko es cofundador y redactor jefe de la organización ucraniana de verificación de datos StopFake.org. Cuando comenzó la invasión de Ucrania en 2022, Meta fue la primera organización que se puso en contacto con StopFake.org y preguntó qué podía hacer para ayudar. Fedchenko espera ahora que Meta vea el valor de su colaboración para proteger a los ucranianos de la desinformación rusa en plena guerra.
“Las amenazas financieras tienen un significado diferente para nosotros porque hemos pasado por todo tipo de amenazas”, dice. “[El dinero de Meta] nos ayudó a adaptarnos a esas circunstancias cambiantes, pero aún podríamos sobrevivir [sin ellos]. Eso es lo que el público ucraniano espera de nosotros. No puedo imaginar lo difícil que sería para la sociedad ucraniana sobrevivir sin acceso a nuestras verificaciones”.
Por ejemplo, Fedchenko señala que recientemente han tenido que desmentir algunas mentiras que desacreditan a Ucrania y a sus dirigentes a los ojos del público occidental, lo que puede repercutir en la ayuda internacional al país. También mencionó su trabajo para desmentir las mentiras que desacreditan a los refugiados ucranianos, lo que puede crear posibles conflictos con las comunidades de acogida.
Este es, a grandes rasgos, el panorama de las organizaciones de verificación con las que hablé: tendrán que ajustar sus presupuestos para evitar despidos y recortes de programas, pero la mayor pérdida la sufrirá el ecosistema informativo de sus países. La mayoría espera tener al menos un año para prepararse ante posibles cambios, ya que sus contratos se han renovado para 2025.
Kemi Busari es el director de la organización nigeriana de verificación de hechos Dubawa, que lleva asociado con Meta desde 2019.
Si la decisión de Meta llega tan abruptamente como en Estados Unidos, dice, se verían obligados a reducir su personal, lo que a su vez reduciría su capacidad para verificar afirmaciones. Pero si disponen de un año para prepararse, Busari cree que podrán encontrar otras fuentes de ingresos.
“Lo vemos como un reto para mirar hacia dentro y pensar en otras opciones”, dice Busari. “Tenemos claro que la verificación de hechos no es un negocio y nunca debería serlo. Es un empeño social. Con esa mentalidad, deberíamos ser capaces de encontrar otras formas de seguir haciendo nuestro trabajo.”
Tai Nalon es la directora ejecutiva de Aos Fatos, una organización de verificación de datos en Brasil que se ha asociado con Meta desde 2018. Además de las subvenciones, han diversificado su financiación a través de la concesión de licencias de contenido periodístico, un programa de afiliación y la venta de tecnología y servicios. Nalon, sin embargo, dijo que el apoyo de Meta ha sido esencial para su trabajo periodístico.
“Nuestra asociación con Meta fue crucial para establecer a Aos Fatos como una organización periodística líder en Brasil y en todo el continente”, afirma. “Durante mucho tiempo, Meta compartió herramientas de seguimiento de tendencias que apoyaron nuestras investigaciones periodísticas, como la API pública Crowdtangle. Monitorear los ataques en Brasilia el 8 de enero de 2023 no habría sido posible sin una estrategia robusta para combatir la desinformación a través de la verificación de hechos y las investigaciones.”
Nátalia Leal, responsable de la organización brasileña de verificación Agência Lupa, afirma que su asociación con Meta les ha permitido crecer como empresa y ampliar su audiencia llegando a usuarios a los que antes no podían llegar. Sus fuentes de ingresos van desde la venta de sus contenidos a otros medios de comunicación hasta la oferta de talleres y formación.
“Necesitaremos que más gente apoye nuestro trabajo”, afirma Leal. “No es sólo el dinero. Es la percepción de la importancia del periodismo y la comprobación de hechos”.
3. ¿Cómo afectará esto al ecosistema de la información?
Los verificadores de datos dicen que el impacto más importante de la decisión de Meta se sentirá en el ecosistema informativo, especialmente en muchos países del Sur Global.
Facebook e Instagram siguen siendo las principales fuentes de noticias en muchos de esos países así que la eliminación de la comprobación de hechos de los feeds de noticias podría causar un aumento en la cantidad de información engañosa que ven los usuarios. X se menciona a menudo como ejemplo de cómo pueden evolucionar las plataformas de Meta.
Uno de esos países es Filipinas, donde el 61% obtiene sus noticias de Facebook, según nuestro Digital News Report del 2024.
Celine Samson es la jefa del equipo de verificación en línea de VERA Files, una organización filipina que se ha asociado con Meta desde el 2018. “Facebook sigue siendo el rey aquí”, dice Samson. “A pesar del auge de otras plataformas, Facebook sigue siendo la plataforma de medios sociales más utilizada. Es donde tanto los filipinos locales como nuestra enorme diáspora obtienen sus noticias. Si se elimina el programa, nos preocupa la calidad de la información que recibirán”.
En Ucrania, dice Fedchenko, Facebook se ha convertido en un salvavidas informativo para muchos durante la guerra. Pero Rusia también ha utilizado esta plataforma para difundir propaganda de guerra. Esta es una de las razones por las que la comprobación de los hechos es tan crucial.
“La gente usa las redes sociales como plataforma de comunicación salvavidas”, afirma. “Es un lugar donde la gente comparte información importante y nuestra capacidad para verificar esa información también es crucial para la gente”.
Para las elecciones generales nigerianas de 2023, Dubawa, la organización de verificación de Busari, investigó los bulos que circulaban por las plataformas de las redes sociales a partir de datos de informes de verificación de datos publicados por tres medios africanos. El reporte sugiere que Facebook es la plataforma en la que las falsedades son más frecuentes.
Según Busari, el cierre del programa sería un duro golpe para las democracias del continente y de todo el mundo. “Si no se equipa a los verificadores de hechos para combatir este tipo de desinformación, la amenaza es enorme”, afirma.
Nalon, de la brasileña Aos Fatos, subraya que esta decisión también ha ido seguida de una relajación de las normas relativas a la incitación al odio. El fact-checking, dice, ha desempeñado a menudo un papel crucial a la hora de demostrar que ciertos tipos de desinformación eran teorías conspirativas promovidas por grupos de odio.
“[Sin el programa] será más difícil distinguir la información de calidad verificada por profesionales de otros tipos de contenidos en las redes sociales. La confianza se debilitará”, afirma Nalon. “La laxitud de las normas probablemente convertirá la red en una especie de centro de estafas. Es lo que hemos visto en X, que ahora Zuckerberg considera un ejemplo”.
4. ¿Funcionarán las nuevas “notas de la comunidad” de Meta?
El plan de Meta es sustituir su actual sistema de verificación por “notas de la comunidad” al estilo X, en las que los propios usuarios aporten contexto, aclaraciones o verificaciones de los hechos a las publicaciones. Sus planes son aún nebulosos, pero Meta dice que las notas de la comunidad serán escritas y valoradas por usuarios colaboradores y “requerirán el acuerdo entre personas con una serie de perspectivas para ayudar a prevenir valoraciones sesgadas”.
A Samson, de VERA Files, le preocupan estos cambios. Se pregunta quiénes serán estos usuarios, cómo decidirá Meta sobre ellos, qué entiende la empresa por diversidad de perspectivas y qué tipo de datos se pondrán en estas notas. Otra preocupación es cómo Meta aplicará estas normas en diferentes contextos culturales y políticos, a la luz del tipo de errores desastrosos que cometieron en el pasado.
“No desprecio del todo [las notas comunitarias], pero soy muy escéptica al respecto por la época en la que vivimos ahora, en la que la gente ni siquiera se pone de acuerdo sobre lo que son los hechos”, afirma. “Según nuestra experiencia, cuando se publica un fact-check, hay gente que no se lo cree, aunque se le faciliten muchas fuentes”.
Meta también eliminará las restricciones a la hora de hablar de temas como la inmigración y la identidad de género. La empresa ya ha introducido algunos de estos cambios con la actualización de su política de “Conductas de odio”. Por ejemplo, sus nuevas políticas permiten acusar a alguien de ser un enfermo mental o un anormal por su “identidad de género o su orientación sexual”. También se han eliminado las advertencias contra la autoadmisión del racismo, la homofobia y la islamofobia.
Aunque esto va más allá de lo que hacen los fact-checkers, Leal, de la brasileña Lupa, cree que tanto estos cambios como el nuevo sistema de notas de la comunidad provocarán la amplificación de los usuarios más radicales de Meta.
“Las redes sociales se polarizarán aún más”, afirma Leal. “El sistema de notas comunitarias se basa en el compromiso y los usuarios más comprometidos suelen ser los más polarizados. Si ellos son los responsables de las notas comunitarias, estas notas no serán imparciales y probablemente habrá más rabia y más odio”.
¿Exigir el acuerdo entre personas con diversas perspectivas ayudará a evitar valoraciones sesgadas? Leal no lo cree así.
“Esta idea de que ‘diferentes bandos’ evalúen algo como signo de equilibrio me parece un sinsentido. No es justo que una evaluación de alguien que se basa en pruebas científicas tenga el mismo peso que una evaluación basada en teorías conspirativas, por ejemplo. Esto es lo que ocurre en X y es muy diferente de equilibrio o de dar diferentes perspectivas a los usuarios”, dijo.
Un importante estudio realizado en EEUU ha demostrado que los usuarios de derechas tienden a compartir información errónea en mayor volumen que los de izquierdas y son más a menudo objeto de la verificación, lo que podría explicar la percepción de que la comprobación de hechos es sesgada, pero esta última afirmación no está respaldada por la investigación. Sin embargo, hay evidencia de que la verificación de los datos ayuda a reducir la difusión de la desinformación.
Muchos de los verificadores de datos con los que hablé repudian con vehemencia la afirmación de Zuckerberg de que son parciales o que obstaculizan la libertad de expresión.
“Recogemos información falsa y la verificamos aportando contexto o valoraciones en algunos casos”, afirma Busari, de Dubawa, Nigeria. “Hay impacto comprobado de cómo esto ha reducido la información falsa en Meta. Intentamos ofrecer a la gente información veraz. No creo que las notas de la comunidad puedan sustituir eso. Piensa en X”.
Canneta, de la italiana Facta News, también utiliza la plataforma X de Elon Musk como ejemplo de cómo un sistema de moderación de contenidos defectuoso puede deteriorar el ecosistema informativo de una plataforma y cómo esta degradación puede contagiarse a la vida real.
“La plataforma se convirtió rápidamente en un refugio para personas que difunden odio y propaganda a través de contenidos demostrablemente falsos y esto creó efectos nocivos”, afirma. “Pensemos en los disturbios del verano pasado en el Reino Unido, impulsados por noticias falsas sobre inmigración que circulaban sin oposición en X”.
5. ¿Qué tipo de efecto tendrá el mensaje de Zuckerberg?
Tanto el mensaje de vídeo de Zuckerberg como el comunicado de prensa de Meta afirmaban que los fact-checkers son parciales y presentan su trabajo como censura. Pero los verificadores no moderan el contenido de Meta ni deciden qué tipo de contenido se modera. Se limitan a prestar un servicio: la comprobación de publicaciones engañosas. No son los fact-checkers quienes deciden qué hace Meta con su trabajo.
Meta explica su propio sistema muy claramente en sus propias políticas:
- Su propia tecnología detecta las publicaciones que pueden contener información errónea basándose en diversas señales.
- A continuación, los verificadores revisan de forma independiente esos contenidos y califican su exactitud.
- Cuando el contenido ha sido calificado por los verificadores, añaden una nota para que la gente pueda leer el contexto adicional. Esto significa que Meta decide en última instancia cómo se etiquetan o desclasifican los contenidos considerados falsos o engañosos.
Además, para que las organizaciones de verificación de hechos formen parte del programa de Meta, tienen que estar certificadas por instituciones no partidistas: la Red Internacional de Verificación de Hechos (IFCN por sus siglas en inglés) o la Red Europea de Normas de Verificación de Hechos (EFCSN por sus siglas en inglés). Para ello, las organizaciones deben someterse a evaluaciones independientes y seguir estrictas normas de imparcialidad. Esto forma parte del Código de Principios de la IFCN, al que deben adherirse todos los miembros y que Meta ha elogiado en el pasado.
Muchos de los verificadores con los que hablé temían que el chivo expiatorio de Meta provocará una creciente ola de ataques en línea.
“Tanto esta decisión como las cosas que Zuckerberg dijo para justificarla son realmente malas”, afirma Canetta, de la italiana Facta News. “Los verificadores ya se enfrentan a una gran cantidad de ataques. Llamarnos censores y políticamente tendenciosos dará más armas a la gente que ya quiere acosarnos.”
Brakus, de la croata Faktograf, me dijo que, en cuanto Meta hizo su anuncio, empezaron a recibir correos electrónicos con amenazas y ataques.
“Nuestros estudios muestran que acosar a los verificadores es parte del libro de jugadas populista y se utiliza para crear desconfianza en la sociedad”, dice Brakus. “Cuando alguien como Mark Zuckerberg te acusa de censura, ¿qué crees que pasa después? Cualquiera que nos haya atacado antes se sentirá envalentonado para volver a hacerlo”.
Leal, de la Agência Lupa, afirma que también han sido objeto de diversas formas de acoso, y que el pico de ataques se produjo durante la pandemia.
Faktograf, de Brakus, ha realizado un seguimiento de este tipo de acoso. En su último informe, publicado en 2023, se analizan los ataques recibidos por los medios de comunicación que verifican los hechos en Europa. El informe se realizó mediante una encuesta a 41 medios de 28 países europeos. La mayoría de los encuestados afirmaron que los ataques contra ellos se han hecho más frecuentes desde que se unieron al programa de Meta. El informe también señala que los verificadores se presentan falsamente como “censores” que bajan de categoría o incluso eliminan contenidos de los usuarios, lo cual no es cierto.
A pesar de la decisión de Meta, varias de las organizaciones con las que hablé siguen esperando que estos cambios de política no se extiendan al extranjero. Brakus cree que la comprobación de los hechos es ahora más crucial que nunca, ya que el ecosistema de las noticias se ha fragmentado, la mayoría de la gente accede a las noticias en línea y los niveles de desconfianza son nunca vistos.
“La mayoría de la gente quiere buena información”, dice Brakus. “Cuando comparten cosas, en realidad piensan que están ayudando a sus amigos y familiares y se merecen una buena información”.
Meta ha contribuido a la financiación del Instituto Reuters en el pasado apoyando nuestro Journalism Innovation Project y nuestro Trust in News Project. Cuando se publicó este artículo, la empresa no estaba entre las entidades que apoyan económicamente al Instituto.
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