Periodismo, medios y tecnología: tendencias y predicciones para 2021

A journalist films with her mobile phone a medical worker drawing the Pfizer-BioNTech Covid-19 vaccine from a vial at the Max Fourastier hospital in Nanterre, as the spread of the coronavirus disease (COVID-19) continues in France, January 5, 2021. REUTERS/Benoit Tessier

A journalist films a medical worker drawing the Pfizer-BioNTech COVID-19 vaccine in Nanterre, France. REUTERS/Benoit Tessier

8 de enero de 2021

Resumen ejecutivo 

Después del golpe que representó el COVID-19, 2021 será un año de cambio digital súbito y profundo. Los confinamientos y otras restricciones han quebrado viejos hábitos y han creado otros nuevos, pero sólo este año vamos a descubrir cuán fundamentales han sido esos cambios. Si bien muchos anhelamos el retorno a la “normalidad”, la realidad probablemente será diferente al asomarnos con cautela a un mundo donde lo físico y lo virtual coexisten de formas novedosas.

Este también será un año de reestructuración económica y los medios se volcarán en la suscripción y el comercio electrónico, dos modelos de negocio de cara al futuro que se han disparado por la pandemia. Si bien la incertidumbre ha incrementado las audiencias para el periodismo en casi todas partes, los medios que aún dependen de los ingresos por productos impresos o publicidad digital afrontan un año difícil, con más fusiones, recortes y cierres.


Un episodio sobre el informe

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La pandemia ha obligado a las plataformas tecnológicas gigantes a repensar dónde deberían situarse los límites de la libertad de expresión. Al haber vidas en peligro y amenaza de regulaciones, es de esperar que tengan un enfoque más intervencionista sobre el contenido dañino y poco fiable y que den más relevancia a las marcas informativas confiables y mayor apoyo económico. Para fin de año, el periodismo podría estar un poco más separado de la masa de información que se publica en internet.

Nuevas tecnologías como la inteligencia artificial (AI en sus siglas en inglés) también mejorarán la eficiencia y la automatización en varios sectores económicos, incluyendo este año el sector editorial. Sin embargo, a medida que la AI deja los laboratorios de investigación y desarrollo y se inserta en la vida real podemos augurar debates más acalorados sobre su impacto en la sociedad: sobre el ritmo de los cambios, sobre la transparencia y sobre la ecuanimidad.

¿Cómo ven este año los líderes del sector?

  • Tres cuartas partes de nuestra muestra de editores, consejeros delegados y líderes digitales (76%) dicen que el COVID-19 ha acelerado sus planes de transición digital. Los planes de negocio incluyen más trabajo en remoto y un cambio más acelerado hacia los modelos centrados en los lectores.
  • El 76% de nuestra muestra considera que impulsar las suscripciones digitales es una vía de ingresos importante o muy importante, por delante de la publicidad (incluyendo la nativa). Ocurrió lo contrario la última vez que hicimos la misma pregunta hace dos años. Las siguientes prioridades son el comercio electrónico y los eventos: resulta clave diversificar los ingresos y, en promedio, los ejecutivos mencionan cuatro vías que este año serán importantes o muy importantes.
  • Los encuestados en su mayoría (73%) se sienten confiados en las perspectivas de su empresa para este año, aunque son menos quienes dicen lo mismo sobre el futuro del periodismo (53%). Las inquietudes se relacionan con el crecimiento de la desinformación, los ataques a los periodistas y la sostenibilidad económica de publicaciones más pequeñas y locales.
  • Los ejecutivos parecen tener más confianza en el apoyo gubernamental de la que mostraron hace un año. Más de un tercio (36%) siente que las intervenciones políticas pueden ayudar: es el doble que la cifra registrada 12 meses atrás. Casi la mitad (47%) cree que esas intervenciones no tendrán ningún impacto y el 17% indica que podrían empeorar las cosas.
  • Este año las plataformas pagarán sumas significativas a algunos medios por sus contenidos, aunque existen divergencias sobre cómo debería repartirse el botín. Alrededor de la mitad de nuestros encuestados (48%) piensa que ese dinero debe ir a una pequeña cantidad de medios “de calidad” y un tercio (32%) prefiere un sistema basado en la cantidad de uso, lo cual daría ingresos a la mayoría. Más allá del dinero extra por contenidos y para innovación, los ejecutivos consideran que las plataformas tecnológicas y de redes sociales podrían hacer mucho más aún para apoyar al periodismo.
  • En una era de mayor polarización política y social, las nociones tradicionales de imparcialidad y objetividad periodística se hallan bajo presión y este año se espera el lanzamiento de más medios partidistas. Pese a esto, una vasta mayoría de los encuestados (88%), incluidos varios editores experimentados, dicen que el concepto de imparcialidad es más importante que nunca. Al mismo tiempo, casi la mitad (48%) coincide en que no tiene sentido ser neutral en ciertos asuntos políticos y sociales.
  • Para muchos líderes digitales, crear una cultura más innovadora sigue siendo una preocupación central. Pero no siempre las mejores ideas llegan desde arriba. De acuerdo con nuestra encuesta, estos días las mejores formas de generar ideas novedosas provienen de la audiencia y el análisis de métricas (74%), de los equipos multidisciplinares (68%) y del aprendizaje de lo que hacen otros medios (48%). Sólo un 26% menciona a los líderes de su empresa como fuentes de innovación.
  • El sondeo también muestra el papel crucial que juegan los encargados de producto al momento de coordinar y darle forma a la innovación digital. Más de nueve de cada 10 (93%) indican que ese puesto es importante, pero menos de la mitad (43%) dice que se trata de un rol bien comprendido en su compañía.
  • Los medios apuestan a la inteligencia artificial como una manera de brindar experiencias más personalizadas y para mejorar la eficiencia productiva. Más de dos tercios de nuestra muestra (69%) dicen que esas tecnologías supondrán el impacto más grande para el periodismo en los próximos cinco años, por encima del 5G (18%) y de los nuevos dispositivos e interfaces (9%). No obstante, muchos piensan que la AI beneficiará desproporcionadamente a los grandes medios y dejará al resto a la intemperie.

¿Y qué más puede sorprendernos?

  • Podemos anticipar una sed de contacto cara a cara después de un año de confinamientos y restricciones para moverse. En 2021 reaparecerán los eventos de la vida real y hará efecto la fatiga del Zoom.
  • Los periodistas saldrán más a la calle, harán más trabajo cara a cara y empezarán a insertarse más en las comunidades.
  • Se eleva el precio del talento: plataformas centradas en la suscripción, como Substack, demuestran el valor que tienen los periodistas excepcionales que se dedican a un nicho. ¿Se crearán más tensiones en los medios debido a las crecientes disparidades de ingresos entre las estrellas y el resto?
  • El video online se convierte en un foco principal de preocupación a raíz de la desinformación, mientras aumentan los canales y video-podcasts hiperpartidistas basados en la opinión, que se distribuyen en plataformas como YouTube y Spotify.
  • El periodismo que controla al poder continúa fortaleciéndose, al tiempo que los políticos buscan sacar ventajas de las inquietudes que provoca la desinformación para reforzar las restricciones a la libertad de expresión. Estas tendencias también se evidenciarán en algunas democracias liberales, como ilustró la controversia generada en Francia por una nueva ley nacional de seguridad.
  • El audio sigue siendo un punto positivo para los medios, con fuerte innovación en contenidos y en modelos de negocios. Se espera observar un incremento de los podcasts de pago y las plataformas brindarán más opciones de monetización.
  • La propagación del 5G gana ritmo en todo el mundo junto con la proliferación de nuevos dispositivos, incluyendo wearables (los que se pueden llevar puestos) y las gafas inteligentes. Todo esto sugiere que los medios necesitan prepararse para un futuro en el que deberán llevar sus contenidos y sus marcas a más y más dispositivos y canales de distribución.

1. El impacto del COVID-19

A esta altura del año pasado, pocos podrían haber pronosticado que un virus invisible daría vuelta nuestras vidas, personal y profesionalmente. En el informe de 2020 no hubo siquiera mención al COVID-19, y aun así la pandemia continúa ensombreciendo todos nuestros planes y sus efectos probablemente permanecerán con nosotros en años venideros.

Se ha convertido en una especie de cliché hablar del COVID-19 como un acelerador, pero en la encuesta de este año los editores, consejeros delegados y demás líderes nos han brindado información práctica de lo que ha significado para ellos. Más de tres cuartas partes de nuestra muestra (76%) dice que la pandemia ha apresurado los planes para la transformación digital y los encuestados sostienen que el cambio se expresa en diferentes áreas: las prácticas laborales; el periodismo y sus formatos; los modelos de negocios, y la forma en que los medios piensan sobre la innovación.

1.1. Redacciones cambiantes y trabajo en remoto

El cambio más obvio en la práctica periodística ha sido la adopción forzada del trabajo en remoto, con herramientas colaborativas online como Zoom y Slack. Muchos periodistas que solían resistirse descubrieron que les gustaba la nueva flexibilidad y los medios descubrieron que era posible crear periódicos, sitios web e incluso programas de radio y TV desde dormitorios, salas de estar y cocinas. “Nuestra redacción se volvió completamente remota en marzo y desde entonces hemos trabajado así”, apunta María Ramírez, subdirectora de elDiario.es de España. “Ya no volveremos a una redacción como la anterior”.

Las emisoras de radio y TV mayormente operaron con un puñado de personal esencial en la oficina, complementado por otros en la calle y en sus casas. Pero en el pico de la pandemia algunos periódicos se produjeron sin una sola persona en la redacción, por primera vez en la historia del sector. Las principales noticias del año, incluyendo el asesinato de George Floyd a manos de la policía y las interminables y emocionantes elecciones presidenciales en los Estados Unidos, se coordinaron y se presentaron usando herramientas online: “Tener a todo nuestro equipo trabajando en remoto resultó un punto de inflexión”, dice alguien que lidera una de las principales redacciones estadounidenses y que coordinó la cobertura de las elecciones. “El COVID-19 hizo que se subieran a bordo quienes no suelen colaborar, y eso ha mejorado la comunicación interna, la coordinación y la transparencia”.

Si bien la eficiencia pudo haber mejorado, a los líderes del sector les preocupa el impacto en la creatividad dado que la cantidad de horas y la creciente complejidad de la producción han sumado presiones al personal. Como revelamos a comienzo de octubre en nuestro informe sobre redacciones cambiantes1, casi ocho de cada diez (77%) piensan que el teletrabajo dificulta las relaciones y a varios inquieta cómo mantener una comunicación efectiva y la salud mental de los empleados.es.

¿Qué pasará este año?

Aprender lecciones. Un desafío clave en 2021 será cómo transicionar del “modo crisis” hacia un híbrido sustentable entre el trabajo presencial y el modelo en remoto. El director del periódico Straits Times de Singapur, Warren Fernandez, dice que están reevaluando cómo la redacción “trabaja físicamente” y se plantean arreglos más flexibles. Muchos periodistas preferirían continuar trabajando desde sus hogares, pero otros quieren volver a la redacción cuanto antes. Esto puede representar un problema, ya que numerosos medios (tantos como la mitad de ellos) tienen planes concretos para reducir sus espacios físicos y así ahorrar dinero, según nuestro informe sobre redacciones cambiantes. Es esperable cierto clima agitado mientras se establecen nuevas prácticas laborales y los nuevos arreglos se discuten largo y tendido entre las empresas y los sindicatos.

El reporteo cara a cara puede volver en 2021. La transición hacia una operación de noticias las 24 horas ha encadenado a más periodistas a sus mesas, lo cual podría contribuir a una creciente desconexión con las audiencias. Este año puede marcar un cambio al respecto: “Estamos acelerando los planes para insertar más periodistas y más equipos en la comunidad”, dice Gaven Morris, director de noticias, análisis e investigaciones en la emisora pública australiana ABC. La compañía ha usado la crisis del COVID-19 para probar nuevas tecnologías y técnicas para recolectar información, que incluyen “fomentar esfuerzos para generar contenido en colaboración con la gente y explorar investigaciones impulsadas por la audiencia”. Enfoques similares se han intentado en el Reino Unido con iniciativas como el servicio de reporteo de democracia local de la BBC o con los periodistas comunitarios que financió Facebook para cubrir áreas poco representadas.

1.2. Reorientar el periodismo a los hechos, las explicaciones y la especialización

Una consecuencia inesperada de la pandemia parece ser la renovada confianza de los periodistas en el valor de su producto. Pese a la perspectiva económica desalentadora, la confianza de los ejecutivos en sus propias empresas permanece sorprendentemente alta (73%) mientras que la confianza en el periodismo en general ha aumentado del 46% al 53% en comparación con la encuesta del año pasado. Esto en parte puede deberse a que el récord en las cifras de audiencia durante la crisis del coronavirus ha demostrado el valor que el público aún le otorga a la información confiable:

“Se podría definir como un renacimiento de las noticias. El coronavirus ha afectado a todos, por lo tanto la información verificada representa un salvavidas para la vasta mayoría de nuestra audiencia”.
Kaius Niemi, Editor senior, Helsingin Sanomat

Esta revalorización del periodismo basado en hechos llega con el telón de fondo de años de críticas a los medios por políticos populistas y por los usuarios de las redes sociales. En las primeras semanas de la crisis, los medios mostraron una potente innovación en formatos digitales para ayudar a explicar la ciencia.

El coronavirus explicado

FT screengrab
Data visualisation: Financial Times
bbc screenshot
Service journalism: BBC News
Washington Post screengrab
Fact checks and Q&As: Washington Post
podcast screenshots
Expert podcasts from ABC, NDR, and CNN

 

Las compañías que invirtieron en recursos especializados y talento antes de la crisis se posicionaron mejor para realzar su reputación. Periodistas de salud y expertos en medicina como el doctor Norman Swan de la Australian Broadcasting Corporation, el profesor Christian Drosten en la emisora alemana NDR y el doctor Sanjay Gupta en la CNN se han transformado en nombres familiares que diseminan sus conocimientos en TV, radio, podcasts y demás opciones online, respondiendo preguntas de la audiencia y colaborando para corregir la información falsa. Otros medios proporcionaron contexto a partir de su dominio en el uso de datos y visualizaciones, en tanto que los sitios recurrieron a la personalización de funcionalidades para que la audiencia comprendiera rápidamente las reglas cambiantes.

Esto es importante porque nuestros datos indican que las personas que siguieron de cerca a los medios conocen más sobre la pandemia y por consiguiente están en mejores condiciones para cuidarse. En nuestro sondeo, los líderes del sector sienten claramente que la diseminación en redes sociales de información poco confiable sobre coronavirus y otros temas este año ha ayudado a fortalecer la posición del periodismo (68%) y sólo un 22% creen que la ha debilitado.

Es relevante señalar que los medios no sólo han amplificado y explicado los mensajes oficiales, sino que también han publicado varias investigaciones potentes e independientes sobre el manejo de la crisis4 por parte de los gobiernos. Las críticas no siempre han caído bien en los políticos y sus simpatizantes, especialmente en países donde se ha polarizado hasta la salud pública. Podemos anticipar que este tipo de tensiones continuarán en 2021.

¿Qué más podemos esperar este año?

Las campañas antivacunas llegan a nuevos sectores. Pequeños grupos bien organizados impulsan la mayor diseminación de los mensajes antivacunas. Publicaciones y memes populares sugieren que las vacunas forman parte de una trama siniestra para implantar microchips en la gente o que intentan manipular nuestro código genético. Se prevé que las plataformas tecnológicas adoptarán políticas de desmantelamiento más severas y cerrarán cuentas y grupos antivacunas, y que señalarán las publicaciones que comparten o propagan información falsa. En el proceso de verificar datos y desmentir bulos, los medios y las redes sociales deberán tener cuidado para evitar la amplificación de los mensajes dañinos.

Los medios dan más importancia a las especializaciones. Esta crisis ha hecho que varias redacciones se den cuenta de lo poco que entienden sobre ciencia y tecnología, y el valor que tiene ese tipo de periodistas que pueden explicar estos temas complejos al público general. “También existe una necesidad de moverse más rápido para abordar asuntos prioritarios de la agenda ambiental y tecnológica, y los contenidos para audiencias más jóvenes”, sostiene Phil Chetwynd, director global de Noticias en la agencia AFP. Varios medios están en el punto de mira por su obsesión con las personalidades políticas: es esperable un cambio hacia temáticas más profundas y diversas.

Más hincapié en formatos narrativos con datos y visualizaciones. La pandemia y las elecciones de Estados Unidos demostraron el valor de los medios que podían visualizar y explicar historias complejas de forma accesible. El simulador5 del coronavirus que hizo el Washington Post resultó su pieza más vista de la historia y ayudó a respaldar el surgimiento de un nuevo departamento para este año, integrado por siete reporteros. El periodismo de  datos frecuentemente se sale de las narrativas tradicionales y ofrece varios caminos para explicar y explorar las noticias. Otros medios buscan desarrollar contenido más visual, imitando formatos que han adoptado la mayoría de las redes sociales.

La importancia de los medios públicos se fortalece. Debido al elevado uso que experimentaron las emisoras públicas y sus sitios web durante la pandemia, las cosas se ponen más difíciles para los críticos que pretenden socavar los modelos de financiamiento existentes, un asunto recurrente en muchos países europeos. El Gobierno británico va a abandonar su plan para despenalizar el canon de TV, una decisión que en los últimos cinco años pudo costarle unos mil millones de dólares a la BBC, cuyo financiamiento proviene de esas licencias. En un sentido más amplio, los políticos quizá deban repensar sus ataques a los “medios que publican noticias falsas” tras descubrir cuánto han dependido de canales confiables para tener alcance más allá de sus bases de simpatizantes. Pero esto tal vez sea apenas un deseo. Con Joe Biden en la Casa Blanca, al menos podemos augurar una relación menos antagónica en los años venideros.

1.3. Acelerando el giro al contenido de pago

Una de las tendencias clave que resaltamos en el informe de predicciones de 2020 fue el avance hacia las suscripciones digitales y otros modelos de pago. El COVID-19 le ha dado un gran impulso a esa tendencia: Zuora, especialista en suscripciones, indicó que el segmento de los medios fue el segundo en velocidad de crecimiento por detrás de los servicios de video-streaming como Disney+, Netflix y Amazon Prime. Según Zuora, el promedio de suscripciones a medios subió alrededor de un 110% respecto del año anterior, al comparar marzo y mayo de 2020.6

El New York Times sumó más de un millón de suscripciones digitales netas en 2020 (citando una demanda sin precedentes por el periodismo original, independiente y de calidad7) y durante los primeros meses del brote de COVID-19 el diario sueco Dagens Nyheter ofreció acceso abierto a su página web y a sus aplicaciones a cambio de un correo electrónico, lo cual posibilitó un récord de conversiones que incrementaron en un tercio su base de suscriptores.8 En el Reino Unido, el Guardian ha sido otro beneficiario del denominado “subidón del COVID-19”: ahora acredita más de un millón de suscriptores regulares y aportes recurrentes, y las suscripciones a sus aplicaciones de pago crecieron un 60%.9

Pero nuestro Digital News Report de 2020 también mostró que, en cuanto al pago de lectores, la tendencia es que unas pocas marcas nacionales e internacionales se quedan con la mayor parte de la torta, en un esquema del “ganador se lleva la mayoría”. Como ejemplo, el Washington Post planea sumar 150 puestos de trabajo en 2021 y así superará las mil personas10 en su redacción, mientras que las organizaciones pequeñas y medianas a menudo han acabado con su personal recortado hasta el hueso.

Quienes lanzaron pronto sus modelos de pago observan ahora que los ingresos digitales superan a los de las ventas de su edición impresa, y una cantidad significativa de medios de calidad pueden ver el sendero hacia un futuro sustentable. Lo mismo les ocurre a muchas organizaciones más pequeñas y a diarios nativos digitales que tienen ingresos significativos vía lectores, como Daily Maverick de Sudáfrica, Dennik N en Eslovaquia, elDiario.es en España, Malaysiakini en Malasia, MediaPart en Francia y Zetland en Dinamarca. Varias de estas publicaciones han tenido éxito centrándose incansablemente en responder a necesidades específicas de la audiencia: “Yo diría que la disposición a pagar por las noticias no existe”, dice Lea Korsgaard, directora de Zetland. “Pero sí existe la disposición a pagar por el sentido de pertenencia, por información útil y explicada por gente que me cae bien y con la que siento una conexión”.

¿Los modelos de suscripción pueden finalmente funcionar para todos o sólo para un selecto grupo de medios de alta calidad? Nuestra encuesta a líderes de la industria devuelve una mirada dividida: la mitad (51%) se muestra optimista y cuatro de diez (41%) son más escépticos.

En los últimos 12 meses, más publicaciones pequeñas y medianas han comenzado a pedir suscripciones o contribuciones de los lectores. El cambio se viene produciendo incluso en países sin tradición de cobrar por el acceso a las noticias online: “Hemos aumentado nuestra cantidad de suscripciones digitales más de un 50% el último año y prevemos un incremento de 25% a 30%” en 2021, dice Francisco Balsemão, consejero delegado del grupo Impresa de Portugal, que opera el periódico Expresso y la marca informativa SIC. Sin embargo, para muchos medios el crecimiento de las suscripciones digitales no compensará ni mucho menos las caídas sustanciales en la venta de ejemplares y en los ingresos publicitarios digitales e impresos.

"Ahora se siente el impacto total del golpe económico causado por el confinamiento. No hay nuevas inversiones ni nuevos planes. El esfuerzo pasa por aguantar y consolidarse”.
Dwaipayan Bose, Editor, Indiatoday.in

A algunos medios les va bien, pero una gran cantidad está en apuros y podemos anticipar que en 2021 habrá más fusiones, recortes y cierres.

¿Qué más cambiará este año?

Retener suscriptores. La pregunta candente será cómo conservar esos nuevos suscriptores que se sumaron durante el “subidón del COVID-19”. “Estamos muy concentrados en retener a esos nuevos lectores”, dice Rebecca Costello, consejero delegado de Schwartz Media en Australia. Con más medios persiguiendo un número relativamente pequeño de consumidores listos para pagar, todo se puede dificultar aún más mientras la economía empeora y se ajustan las finanzas personales. Dos probables consecuencias son las ofertas con descuentos y los precios diferenciales. Medios como el Wall Street Journal ya tienen propuestas especiales para quienes perdieron su trabajo.11 Se prevén más ofertas baratas para estudiantes y personas desfavorecidas, como medida para contrarrestar las críticas sobre una creciente desigualdad informativa.

Más ayuda de las plataformas para las suscripciones. Esto ya está ocurriendo (por ejemplo, con Apple News+, Subscribe with Google y Substack para profesionales independientes) pero podemos augurar este año más integraciones fluidas de suscripciones en una gama más amplia de experiencias nativas en plataformas. El podcast es un área donde hay margen para la integración, lo cual abre la posibilidad de que los medios armen paquetes de suscripciones a producto impreso y audio.

1.4. Diversificación de ingresos: comercio electrónico y eventos en vivo

La conmoción que causó el COVID-19 ha reforzado la opinión de que el sector necesita alejarse de la poco saludable dependencia de la publicidad digital, que es señalada, entre otras cosas, por alentar el clickbait, reducir la calidad y crear una pobre experiencia de usuario. En el área comercial, los medios han tenido dificultades frente a la intensa competencia de las plataformas: Google y Facebook se llevan la porción más grande. Ahora Amazon incrementa su interés por el mercado y se prevé que este año absorba más del 10%, al tiempo que muchos medios verán crecer poco o nada sus ingresos por publicidad online.12

Varios aseguran que los medios independientes sostenibles necesitan un enfoque diferente, apoyado en múltiples vías de ingresos. Nuestro sondeo refleja este cambio: los encuestados les prestan más atención a las suscripciones y ponen menos énfasis en la publicidad, en comparación con la última vez que hicimos la pregunta en 2018. También muestra cuán importante se ha vuelto la diversificación: responsables de medios comerciales mencionan, en promedio, cuatro vías distintas de ingresos que este año les parecen importantes o muy importantes.

Estos modelos mixtos o híbridos han comenzado a producir resultados positivos. En el Reino Unido, The Independent (que abandonó su edición impresa hace cuatro años) combina publicidad digital, comercio electrónico, ingresos por afiliación, suscripciones premium y un sistema de contribuciones. También se ha expandido a otros idiomas, como el español. “Cerramos 2020 con récord de ingresos y de ganancias, por lo tanto tenemos mucha confianza para este año”, dice el director Christian Broughton. The Independent proyecta acelerar nuevas iniciativas en 2021, incluyendo una propuesta de video y TV y más expansión internacional apuntando a un rápido crecimiento de los ingresos.

¿Qué podemos esperar este año?

No existe una bala de plata o una sola solución para el enigma de los ingresos, pero aquí presentamos algunas áreas de potencial desarrollo.

En 2021 los medios empiezan a parecerse más a las tiendas minoristas. Se pronostica que el gasto global en comercio electrónico se duplicará en los próximos cuatro años hasta alcanzar los 7 billones de dólares, según GroupM.13 El COVID-19 ha motorizado un fuerte repunte en las compras online y en el Reino Unido pasó a dominar el 35% de las ventas minoristas de 2020, 15 puntos por encima del año anterior. Los medios piensan cada vez más en cómo obtener una porción de ese crecimiento, mediante la curación de contenidos que generen intenciones de compra. Sitios independientes de reseñas como Wirecutter del New York Times, Strategist de New York Magazine/Vox Media e IndyBest de The Independent son apenas unos pocos ejemplos exitosos, que han conseguido significativos ingresos por afiliación con el beneficio adicional de recolectar valiosos datos de primera mano.

Otros medios buscan crear nuevos verticales de contenido que permitan sacar ingresos de la explosión del comercio electrónico. Buzzfeed, por ejemplo, ha creado una variedad de productos de cocina relacionados con Tasty Brand, su popular marca. En 2021 Buzzfeed lanzará un vertical sobre sexo y bienestar dirigido a la audiencia milenial y a la Generación Z, y ya ha creado el primero de una gama de juguetes sexuales. 14

Medios como tiendas

Recomendaciones

best bet and indybest
Best Bet/The Strategist and IndyBest/Independent

 

Bienes físicos

Buzzfeed screenshot
BuzzFeed branded sex toy and a range of Tasty ice-cream

La adquisición de HuffPost por parte de BuzzFeed (una de las principales novedades mediáticas de 2020) proporcionará una vidriera aun más grande para sus ambiciones en el comercio electrónico, sobre todo en relación con tópicos que tienen buena recepción entre el público más joven.

Vender suscripciones de terceros. Los medios también se pueden beneficiar de una tendencia más amplia que abarca suscripciones a música, entretenimiento y educación y también a actividad física, flores y comida. Apple y otras compañías tecnológicas acumulan años llevándose una parte del negocio de las suscripciones, pero los medios con alcance y buena segmentación de datos también pueden estar en posición de ayudar a que los comercios encuentren a los clientes adecuados. Yahoo es una de las empresas que ya tiene ofertas especiales por Netflix y Peloton y además gestiona la facturación, lo cual colabora para incrementar los márgenes de ganancia.

Eventos en vivo y comunidad. El COVID-19 ha obligado a los medios a modificar sus estrategias de eventos, al haber cancelado las reuniones presenciales y al haberse trasladado la actividad al mundo online. La gente adoptó velozmente herramientas digitales como Zoom, Houseparty y Google Meet y ello ha abierto nuevas oportunidades para los sectores B2B y B2C (ventas de negocio a negocio y de negocio al consumidor). Durante la pandemia, millones presenciaron conciertos en vivo, espectáculos de moda y charlas inspiradoras en internet. Mientras tanto, los medios han descubierto que los eventos virtuales se pueden organizar más deprisa, con menos costes básicos, con invitados de perfil más alto y con más audiencia que los eventos presenciales. The Economist es uno de los que ha experimentado en ese ámbito, usando modelos gratuitos y de pago y con preguntas abiertas a sus periodistas. La revista registró 27.000 usuarios en una entrevista en vivo a Bill Gates exclusiva para suscriptores.

Los eventos virtuales explotaron durante la pandemia

coldplay
Chris Martin’s home concert to raise money for COVID-19 support generated more than 10m views live on IGTV, YouTube and on-demand 
TED talks
TED talks delivered significant audiences for chats with inspirational speakers 

 

Chinese comedians
Chinese comedians reached online audiences of millions and were showered with virtual gifts and donations

Las investigaciones sugieren que, en particular para los consumidores más jóvenes, la búsqueda de “experiencias significativas” puede incluso provocar el deseo de comprar productos materiales. Muchos medios apuestan a un paquete que incluye eventos de pago en suscripciones que ya existen como una buena manera de impulsar la fidelidad y reducir la tasa de cancelaciones. Otros consideran los eventos virtuales como una fuente para obtener información valiosa y una vía para iniciar la relación con nuevos usuarios. Sea como sea, podemos esperar más profesionalización en la producción y presentación de estos eventos, al igual que nuevos atractivos que ayuden a crear experiencias online más interesantes. En 2021 será inevitable cierto agotamiento de Zoom, mientras se reavivan nuestras ansias por el contacto humano. Pero, como en tantas otras áreas, el futuro probablemente será híbrido.

1.5. Innovación: la pandemia provoca experimentaciones más radicales

Una consecuencia de la pandemia ha sido la innovación veloz: los medios hallaron maneras de renovar sus productos existentes o crearon otros en función de los cambios en la demanda. Las organizaciones han tenido que pensar de modo original en una variedad de asuntos, desde el trabajo online hasta el desarrollo de nuevos formatos. “Fuimos capaces de movernos mucho más rápido e ignorar la burocracia… Entonces pudimos avanzar”, dice Alina Fichter, jefa de desarrollo de formatos digitales en la Deutsche Welle. Otros señalan ejemplos de incentivos para tomar decisiones, como la CNN lanzando su podcast sobre coronavirus en unos pocos días: en condiciones previas, el proceso habría atravesado meses de análisis y una larga serie de reuniones.16

El papel creciente de la audiencia y el análisis de métricas (74%) para impulsar la innovación resalta en nuestra encuesta, junto con la importancia de los equipos multidisciplinarios (68%) trabajando para romper las barreras internas. Incluso los líderes más experimentados del sondeo admiten que su aporte tiende menos a generar nuevas ideas y más a facilitarles las cosas a otros, en un proceso regido por los datos.

El ritmo de la innovación seguirá siendo potente este año, mientras los medios aceleran sus planes digitales. Pero teniendo poco dinero disponible para grandes inversiones, es probable que se centren en mejorar productos y marcas existentes (70%) antes que en el desarrollo de proyectos ambiciosos o la creación de productos desde cero (28%). Muchos de nuestros encuestados dicen que la pandemia no les ha cambiado la mirada estratégica, pero debido a ella han necesitado moverse más raudamente.

¿Qué podemos esperar este año?

Mejor diseño y experiencia de usuario. Muchos encuestados sienten que 2020 fue el año para poner más énfasis en la experiencia básica de sus sitios y aplicaciones, que suele quedar por debajo de las expectativas de la audiencia. “Los medios en general tienen que ponerse al día con muchas cuestiones básicas relacionadas con la accesibilidad, el servicio al cliente, etcétera”, dice un editor que acredita varios años en el terreno de las suscripciones. “Las referencias son Amazon y Netflix. No tiene sentido hacer recomendaciones vía inteligencia artificial si la gente no puede fácilmente acceder, pausar su suscripción o cambiar sus datos de facturación”. Otros señalan la pobre experiencia de usuario en general y la necesidad de prestar más atención a la interacción y el diseño visual: “Creemos que el diseño tiene gran potencial para mejorar la experiencia de usuario, su relación con el medio y el ciclo de vida del suscriptor”, sostiene Goetz Hamann, jefe de ediciones digitales de Die Zeit. “Los medios deben aprender de los jugadores digitales puros y de la industria del consumidor para agregar valor mediante el diseño”.

El foco en la innovación sostenible. El estrés del coronavirus ha dejado exhaustos a muchos debido a la velocidad de los cambios. Puede ser más fácil comenzar cosas nuevas en el ardor de una crisis, pero resulta más difícil cerrarlas. Para algunos medios esto significa descubrir mejores formas de gestionar y coordinar los procesos: “La innovación debe ser constante, por lo tanto es primordial crear una infraestructura para el cambio continuo”, argumenta Styli Charalambous, CEO del Daily Maverick de Sudáfrica. Nuestra encuesta confirma la importancia de los “roles híbridos”, como el jefe de producto (un puesto importado de Silicon Valley) que se ocupa de dar forma a las nuevas iniciativas y de orquestar una entrega ágil.

Más de nueve de cada diez (93%) reconocen ahora la importancia de ese puesto, pero muchos consideran que quienes lo ejercen carecen de las habilidades adecuadas (54%) y menos de la mitad piensa que se entiende bien el rol (43%).

Para muchos medios gestionar la innovación sigue siendo un proceso complicado y frustrante. Encontrar maneras de romper las barreras y obtener lo mejor de los equipos multidisciplinares será clave en la búsqueda de sumar agilidad. Los jefes de producto aportan un enfoque basado en evidencias al proceso de decidir qué oportunidades aprovechar y un enfoque centrado en el usuario para la distribución. “El área de producto marcará el camino del sector porque necesitamos tener al consumidor en el centro de toda la operación”, dice Luciana Cardoso, jefa de producto del periódico Estadão de Brasil. “Una vez escuché que el contenido es el rey y el producto es la reina, y realmente coincido”.17 La reciente creación de una entidad internacional como la News Product Alliance es una iniciativa muy necesaria con el objetivo de elevar el perfil del puesto en la industria mediática.18

2. Plataformas, medios y regulación 

Durante años los medios han mencionado la necesidad de “equilibrar el campo de juego” con respecto a las grandes plataformas tecnológicas y han reclamado una recompensa más justa por el contenido que, según ellos, ayuda al crecimiento y la prosperidad de esas compañías. ¿Será este el año en que los sueños se hagan realidad, ahora que algunos medios recibirán compensaciones significativas?

2.1. Las plataformas amplían los pagos por noticias

Una de las grandes historias del año para el sector serán los mayores pagos de las plataformas por algunos contenidos informativos. La pestaña de noticias de Facebook, lanzada el año pasado en los Estados Unidos, llega en enero al Reino Unido y durante 2021 también estará en Alemania, Francia, India y Brasil. En EEUU ha implicado el pago de millones de dólares19 a ciertos medios grandes, pero hay críticas porque muchos más pequeños han quedado fuera del reparto.20

Mientras tanto, Google ha dicho que en los próximos tres años pagará en total mil millones de dólares a los medios con los que se asocia en concepto de canon “para crear y curar contenido de alta calidad” destinado a un panel de noticias denominado Google News Showcase, que aparecerá en Google News y otros servicios. Esto ya ha empezado en Alemania y Brasil, y hay planes para extenderlo a otros mercados. En algunos casos, Google además ofrece pagar para que sus usuarios accedan a artículos que están tras un muro de pago, lo cual abre más oportunidades de crecimiento para los medios asociados. Se trata de un modelo distinto del que opera Apple News/Apple News+ en Estados Unidos, Canadá, Australia y el Reino Unido.

Contenido bajo licencia y curación a cargo de las plataformas

En algunos países se registraron novedades desde la política, más allá de las iniciativas que promueven las grandes compañías tecnológicas (que algunos ven, al menos en parte, motivadas por el deseo satisfacer a medios clave para evitar posibles intervenciones regulatorias). Según algunas informaciones, tras largas negociaciones Google ha aceptado en Francia un nuevo acuerdo mediante el cual pagará a los medios de ese país alrededor de 30 millones de euros anuales durante un período inicial de tres años, en concepto de canon por contenidos específicos para el producto Google News Showcase.21 Es un paso adelante para los medios involucrados, aunque el montante es sensiblemente inferior a los 150 millones de euros por año que pretendían originalmente y representa bastante menos del 3% de los ingresos anuales de los medios tradicionales franceses.

En Australia se ha sancionado legislación que obliga a Google y Facebook a negociar pagos por el uso de contenidos de los medios.22 En el inicio de extensas discusiones, Nine Entertainment (empresa dueña de marcas como el Sydney Morning Herald) dijo que los medios deberían recibir 600 millones de dólares australianos por año de parte de Facebook y Google, si se introdujera una contribución obligatoria. News Corp estimó que la cifra podría ser de mil millones de dólares australianos por año.23 Las grandes compañías tecnológicas disputan esos números y han presionado duramente, primero contra del proyecto de ley y luego para que la norma reconociera el valor monetario que las plataformas aportan a los medios enviándoles lectores a sus sitios.24 El resultado será observado de cerca por los medios de todo el mundo.

Aún no están claras las implicanciones más amplias que tendrá toda esta actividad sobre el consumo de noticias. Separar contenido informativo de calidad en pestañas o aplicaciones puede ser una buena acción de relaciones públicas, pero ¿los usuarios casuales irán allí alguna vez, o en cambio se mantendrán en su newsfeed y con la búsqueda orgánica? Por otro lado, si este tipo de añadidos resultaran exitosos, podrían quitarles tráfico a los sitios y las aplicaciones de los medios, erosionando la sostenibilidad en el largo plazo.

¿Qué puede suceder este año?

La solidaridad entre los medios estará bajo presión. A medida que queden claros los acuerdos que hace cada uno, podemos esperar más discusiones entre los medios con respecto a los criterios con que se seleccionan las marcas incluidas y a la promoción de contenidos que hacen las plataformas. En las negociaciones australianas, News Corp sostuvo que debía favorecerse el contenido original, en tanto que el Daily Mail deslizó que el asunto de la “calidad” es muy subjetivo.25 Tanto en Francia como en Australia la polémica surgió en torno a si las emisoras públicas y los medios nativos digitales debían ser parte de estos esquemas. En nuestra encuesta de ejecutivos, casi la mitad (47%) considera que el dinero debería ir a un puñado de medios sobre la base de la calidad, en tanto que un tercio (32%) piensa que debería repartirse de forma más equitativa, en función de lo que la gente lee y disfruta.

Este gráfico ilustra claramente que los medios aún tienen miradas muy diferentes sobre cómo lidiar con las plataformas. No sorprende, dadas las crecientes divergencias en cuanto a estrategias y modelos de negocios, pero al mismo tiempo sugiere que será difícil mantener un frente unido durante 2021 y más allá.26

2.2. ¿Aporte adicional de las plataformas versus más independencia?

Más allá de los acuerdos comerciales, en los últimos años la Google News Initiative (GNI) y el Facebook Journalism Project (FJP) han aportado centenares de millones de dólares para ayudar al periodismo. Estos programas incluyen iniciativas de producto, fondos para innovación y apoyo para investigaciones independientes.27 En respuesta al brote de coronavirus, Facebook y Google se comprometieron a otorgar 212 millones de dólares adicionales para 7.000 redacciones locales e iniciativas de verificación, de acuerdo con un análisis del Tow Center.28

La amenaza para la vida humana también ha provocado que en el último año las plataformas adoptaran un enfoque más robusto para eliminar contenidos engañosos. Twitter, YouTube y Facebook borraron publicaciones que había compartido el presidente brasileño Jair Bolsonaro porque incluían desinformación sobre coronavirus y violaban sus reglas de contenido nocivo. Twitter etiquetó como falsos alrededor de un tercio de los tuits que publicó Donald Trump insistiendo con que había ganado las elecciones de noviembre aunque no los borró.

A pesar de estas iniciativas, los medios continúan dando malas notas a las plataformas cuando se les pregunta por el apoyo que le brindan al periodismo. Apenas un tercio de nuestros encuestados le otorgaron a Facebook y Twitter entre tres y cinco puntos en una escala de cinco para medir su compromiso con el periodismo. Apple, Snapchat y Amazon obtuvieron puntuaciones incluso más bajas. Sólo a Google más de la mitad (59%) le dio una calificación regular o buena. Estos resultados son similares a los del último año, con la excepción de Facebook, que mejoró ocho puntos porcentuales.

¿Qué más podrían hacer las plataformas?

Los medios tienen una variedad de solicitudes, más allá del “dinero sin condiciones” que reciben. Algunos querrían que las plataformas asumieran una actitud más proactiva para darle prioridad a la información confiable y al periodismo original. “Gran parte del trabajo hecho hasta ahora ha sido preventivo. Estamos en el negocio de la información y como tales deberíamos ser promocionados”, sostiene Beth Ashton, editora de audiencias en el Independent. Otros resaltan la necesidad de accionar más duramente contra el discurso del odio y la desinformación, con más fondos para iniciativas de verificación y desinformación en múltiples plataformas. Los medios con suscripciones cuentan con una serie de peticiones, incluyendo eliminar toda fricción en el proceso de pago y acceder a datos que tienen las plataformas sobre la propensión de la gente a pagar. Esto puede ayudar a orientar sus gastos de marketing y a hacer más efectivos sus muros de pago dinámicos.

Los medios siguen reclamando datos más detallados sobre cómo funcionan sus contenidos e información más oportuna sobre los cambios en los productos de las plataformas: “Deberían ser mucho más transparentes con sus algoritmos y comunicar mejor los cambios para permitir que los medios se adecuen y desarrollen mejores estrategias”, dice Christina Elmer, subjefa de desarrollo editorial en Der Spiegel. Otros reconocen el valor de financiar acciones de educación mediática e innovación, pero pretenden compromisos de más largo plazo en esas áreas.

¿Cómo pueden los medios ayudarse a sí mismos?

Algunos consideran que los medios deberían concentrarse mucho más en ordenar su propia casa en vez de esperar las limosnas de las plataformas. “Una plataforma siempre pondrá incentivos para premiar la cantidad más que la calidad”, dice Jan-Willem Sanders, editor y cofundador del sitio de investigación Follow the Money, de los Países Bajos. “Entonces, el desafío de los medios es crear un producto lo suficientemente atractivo para que el público lo quiera leer, escuchar o ver en su fuente original”. Durante muchos años los medios han padecido la lentitud de sus sitios cargados de publicidad y la dificultad para comprar inventario. El Washington Post es una compañía que procura cambiar eso con su propia tecnología publicitaria (Zeus Performance) que intenta mejorar la velocidad de los sitios y la visibilidad de los anuncios. Otras iniciativas como la plataforma Concert de Vox y el proyecto The Ozone en el Reino Unido buscan proporcionar una vía más sencilla para que los anunciantes lleguen a las audiencias entre tanta variedad de contenido informativo.

Estas alianzas se hacen más relevantes en momentos en que los medios aún desentrañan las consecuencias de la desaparición de las cookies de terceros, lo cual complica a los anunciantes el rastreo y la orientación de sus gastos en medios digitales. Google Chrome eliminará gradualmente las cookies durante el próximo año y en 2021 Apple sólo permitirá el acceso a identidades para anunciantes (IDFA) autorizadas por los usuarios, cambios impulsados a partir de las inquietudes de los consumidores sobre su privacidad. En respuesta, los medios deberán reunir la mayor cantidad posible de información de primera mano, razón por la cual este año veremos mensajes pidiendo que nos registremos antes de acceder al contenido.

2.3 La regulación y el rol del Gobierno

Además de presionar tal vez a las plataformas para que paguen a los medios por sus contenidos, varios gobiernos avanzarán con sus planes para legislar sobre algunos aspectos de la actividad online.

En el Reino Unido veremos nuevas obligaciones para los negocios para prevenir toda clase de perjuicios online, desde terrorismo hasta el abuso infantil y los suicidios. Esto también implicará un nuevo órgano regulador para supervisar un área compleja. En toda Europa las plataformas afrontarán más escrutinio de las autoridades de defensa de la competencia, que limitarán su habilidad para dar preferencia a sus propios servicios y aprovecharse de los datos de los usuarios en distintos ámbitos del negocio. En los Estados Unidos, Facebook y Google encaran acusaciones anti-monopolísticas de la Comisión Federal de Comercio y del Departamento de Justicia, respectivamente.

En cuanto al periodismo, gobiernos y reguladores seguirán de cerca el impacto económico del COVID-19 en la oferta medios nacionales y locales. Los beneficios impositivos sobre las suscripciones digitales han representado un estímulo significativo para muchos medios y se han aplicado en varios países, incluyendo el Reino Unido,29 pero también habrá presión para implementar más recomendaciones de la Cairncross Review, como el apoyo directo del gobierno al periodismo de interés público.30 Mientras tanto, es esperable que siga la controversia de las llamadas “leyes contra las noticias falsas”, que han surgido en muchos países durante los últimos años. En Hungría, las autoridades ahora pueden encarcelar a cualquiera hasta cinco años por “distorsionar” información sobre el coronavirus. Los críticos dicen que ajustar más las normas es antidemocrático y sólo buscan silenciar a los opositores al primer ministro Viktor Orbán.

Si consideramos todos estos aspectos, es probable que estos cambios impliquen una significativa nueva era para internet, con más regulación en general, más límites a la libertad de expresión y más protección a los derechos de los consumidores. No todos estos cambios coincidirán necesariamente con los intereses de todos los medios. Pese a esto, los líderes digitales de nuestro sondeo este año se declaran mucho más optimistas con respecto a una intervención gubernamental. Más de un tercio (36%) piensa que los cambios de políticas pueden ayudar al periodismo, en comparación con apenas un 18% el año anterior. Y el porcentaje que mostraba preocupación por las posibles consecuencias nocivas para el periodismo bajó de 25% a 17%.

Este cambio de opinión puede reflejar confianza en que los gobiernos finalmente estén preparados para tomar medidas más audaces para ayudar a los medios y también una preocupación creciente por el impacto que tienen en el periodismo las teorías conspirativas y otros tipos de desinformación.

3. Imparcialidad versus la búsqueda de claridad moral 

La pandemia ha llegado en tiempos en los que la cohesión de las sociedades está cada vez más bajo presión debido al veloz cambio económico y tecnológico. El populismo en alza, las protestas contra la injusticia social y la desigualdad, la caída de la confianza en las instituciones y el aumento de las teorías conspirativas son algunos de los síntomas, que a su vez han creado un nuevo marco para el desenvolvimiento de los periodistas.

¿Sigue vigente el enfoque tradicional de publicar todos los argumentos desapasionadamente y dejar que la gente se forme su propia opinión? ¿O eso tiene el riesgo de darles demasiado peso a las posiciones extremas y ayuda a amplificar las mentiras? ¿Los periodistas deben asumir una clara posición moral al abordar profesionalmente el asesinato de George Floyd, la “emergencia climática” o el intento de subvertir una elección presidencial, por ejemplo? ¿Deben expresar sus sentimientos abiertamente en vez de guardárselos por una pretensión de neutralidad? ¿O depende de las tradiciones, formatos y expectativas de cada medio?

El colaborador de la CNN Van Jones recibió varios elogios en las redes sociales por su potente monólogo en la noche de las elecciones, mientras las cadenas de TV estadounidenses cortaban una conferencia de prensa en vivo del presidente Trump en la que repetía acusaciones de fraude sin fundamento. En el Reino Unido, Emily Maitlis de la BBC quebró las reglas de la “debida imparcialidad” que tiene la corporación al declarar que Dominic Cummings, el asesor del primer ministro, había violado el confinamiento y “tomaba por tonta” a la gente común.

Los presentadores de TV tomaron posiciones en 2020

Van Jones
CNN’s Van Jones: ‘It is easier to be a parent this morning’ 
Emily Maitlis
BBC’s Emily Maitlis: The country can see that Dominic Cummings had ‘broken the rules’ 

Se trata de cuestiones complejas, difíciles de abarcar en un par de preguntas de una encuesta, pero son temas que cada vez serán más discutidos en las redacciones este año. Nuestra muestra de ejecutivos de medios dice claramente que la imparcialidad es más importante que nunca (88%), pero muchos (48%) también admiten que hay ciertos asuntos (democracia y racismo, por ejemplo) en los cuales no es apropiado que los periodistas adopten una posición neutral. Durante este año exploraremos los matices de estos temas en investigaciones más detalladas con consumidores.

 

¿Qué puede suceder este año?

Reimaginar la imparcialidad. Algunos medios como la BBC redoblan su posición de imparcialidad y reeditan sus guías para incorporar los cambios de circunstancias. El nuevo director general Tim Davie ha puesto a la imparcialidad en el centro de su visión para la BBC y planea aplicar mano dura con el personal que exprese sus opiniones en las redes sociales. Otros medios volverán a analizar si es contraproducente que el personal participe en las redes sociales. Pero nada de esto será tan simple: nuestro Digital News Report muestra que si bien la gente en la mayoría de los países aún elige el ideal del periodismo neutral y objetivo, una minoría creciente de jóvenes prefiere información que refuerza sus puntos de vista y también esperan involucrarse con las noticias en las redes sociales.31

¿Aumento de video online partidista? En las elecciones de Estados Unidos han resurgido cadenas partidistas como Newsmax y America One, ahora mayormente distribuidas online en sitios web y por YouTube y Facebook. Estos canales apoyados en opiniones llegarán al Reino Unido este año bajo la forma de GB News, una nueva propuesta televisiva dirigida a “los británicos que se sienten mal atendidos y no escuchados por los medios”32 y también un nuevo emprendimiento de TV online impulsado por Rupert Murdoch. Mientras tanto, varios canales de conversación por radio se han cambiado a un formato híbrido con audio y video distribuido por YouTube y redes sociales. Cada nuevo canal de TV en el Reino Unido está sujeto a la regulación de Ofcom, que requiere cierto equilibrio de visiones políticas. Pero las reglas de imparcialidad no se aplican en el video online. La existencia de mejores herramientas ha facilitado la creación de imágenes televisivas que lucen profesionales y hay mayor variedad de opciones que nunca para distribuir y monetizar. El agregado de video-podcasts en Spotify puede incrementar aún más la cantidad de información partidista.

Redes sociales partidistas. Mientras las grandes empresas tecnológicas siguen restringiendo la desinformación, es esperable que surjan más conservadores quejándose de que ser censurados por una élite liberal. Un beneficiario probablemente será Parler, una aplicación similar a Twitter que se describe a sí misma como “la principal red social de libertad de expresión” del mundo, y otros sitios como MeWe y Rumble, que han dado una bienvenida específica a los conservadores. No obstante, en estos tiempos de divisiones las cadenas de esta índole deben batallar para evitar el destino de Gab, que se transformó en un refugio para extremistas, incluyendo neonazis y supremacistas blancos.

Parler y MeWe entre las apps más descargadas en la Apple Store de EEUU – Noviembre de 2020

Parler screenshot

4. Estrategias para fortalecer la relación con el lector: formatos duraderos encuentran el favor de la audiencia 

Emails and podcasts are not exactly new technologies but these resurgent formats are encouraging a flourishing of independent and entrepreneurial journalism. At the same time, they have become key tools for traditional media companies to engage audiences more deeply and more directly. Major journalistic hires – such as Ezra Klein and Kara Swisher by the New York Times – may increasingly be based on mastery of one or other of these skills:

4.1. El correo electrónico alimenta el periodismo emprendedor

2020 was dubbed the ‘year of the newsletter’, with a host of high-profile writers leaving traditional jobs to set up their own businesses, mostly based on email. Amid the uncertainty of the pandemic, many were enticed by the promise made by new platforms like Substack, TinyLetter, Lede, or Ghost which offered direct control for writers and potential rewards running into millions of dollars.33 Casey Newton (formerly of The Verge), Alex Kantrowitz (formerly of BuzzFeed), and Andrew Sullivan (formerly of New York Magazine) are just some of the – mainly white, male, and already well-established – entrepreneurial journalists who made the switch.

This trend echoes the start of the blogging revolution over a decade ago, which also gave authors freedom to write on topics they were passionate about without the constraints of a traditional newsroom. The difference is that these new platforms are geared around subscription rather than advertising, which encourages a quality-based approach to content that may prove more sustainable. Based on average charges of between $60 and $100, a list of just 1,000 subscribers can produce a comfortable income – with anything beyond that often well in excess of a traditional salary.

At the same time, mainstream media have also been increasingly turning to email to support engagement strategies. Data insights consistently show that signing up for a relevant newsletter is the best way to reduce churn for existing subscribers or develop a new relationship with potential customers.

More money in newsletters for 2021

Platformer
Paid newsletters on Substack 
New York Times
New York Times free model with upsell 

Big media companies have also recognised the move toward ‘journalist-led’ emails in the last year, encouraging talented writers to start or develop their own channels even if that means de-prioritising other elements of their work. The New York Times now runs over 70 newsletters and recently appointed senior journalist David Leonhardt as anchor of the morning briefing newsletter, which it also revealed has more than 17 million subscribers. The use of the term ‘anchor’, a term borrowed from network TV, shows the value now placed on human curation, on guiding audiences through the news of the day.
 

What will happen this year?

Newsletter backlash? This may be the year when consumers struggle to get through the large number of emails they’ve signed up to during the lockdown. At the same time, some writers will struggle with the pressure of having to come up with the goods day after day. We may see some high-profile defections back to mainstream media, where there is potentially more variety and more editing and legal support. Platforms like Substack may also struggle to show that they can showcase and reward new and diverse voices alongside proven writers on a narrow range of subjects.

4.2. Podcasts y audio

Podcasts continue to go from strength to strength, despite the pandemic putting paid to the morning commute – one of the most popular times of day for listening. As we revealed in our most recent report on the subject, news podcasts grew strongly through 2020, outstripped as a genre only by comedy.34

Coronavirus flattens the peak
Listening times in UK Jan-May

coronavirus and podcast listening chart

Source: Acast. Based on aggregated data from news podcasts in the UK.

Our report also identified more than 100 native daily news podcasts across six countries, many inspired by The Daily from the New York Times, which now gets around 4 million listeners a day, a figure which CEO Meredith Kopit Levien says is ‘almost twice as large as the paper was at its peak’.35

Pop-up podcasts relating to the pandemic like Coronavirus Fact vs Fiction (CNN), Coronacast (Australian Broadcasting Corporation), and Coronavirus Update (NDR, Germany) have also proved a hit with audiences around the world.

Coronavirus podcasts

The year also saw major developments on the platform side, with Amazon pushing further into podcasts and Spotify outstripping Apple as the number one platform in a number of markets. We’re already seeing big platforms looking to directly control the production as well as distribution of podcasts. 2021 has begun with Amazon’s acquisition of Wondery, one of the last independent podcast publishers left standing. Spotify has already acquired Gimlet Media, Anchor, and Parcast – and most recently The Ringer (sports) and Megaphone. Podcasting is starting to look like a version of the video-on-demand streaming wars with similar dynamics at play.

What will happen this year?

Battle for the stars. Expect to see platforms try to sign up more of the world’s top talent on exclusive contracts this year. Spotify has led the way paying a reputed $100m for The Joe Rogan Experience, one of the most popular podcasts in the US. It has also struck deals with Prince Harry and Meghan and former First Lady Michelle Obama. Meanwhile Amazon has secured celebrity contracts with the likes of Will Smith and DJ Khaled. Expect Apple to push into exclusive content as it tries to shore up its position and the BBC is one broadcaster looking to strengthen its audio app, BBC Sounds, by commissioning more highly rated podcasts from stars such as George the Poet and James Acaster.

Paid models strengthen. Deloitte estimates that the podcast market could exceed $3.3bn globally by 2025 – about three times its current size (though still a small fraction of the news industry overall). Much of this will continue to come via advertising but we’ll also see a significant shift to paid models in 2021. Apart from platform payments at the top end, there’ll be opportunities to sell direct subscriptions via existing podcast apps and new players like Substack that are looking to extend the independent journalist model to audio. Contribution and donation models are supported by a range of platforms including Patreon.

The year of video podcasts. These have been around for a while but the success of Joe Rogan has pushed many other creators to film shows and attract a whole new audience. Spotify’s adoption of the format is set to further drive this format along with the growing popularity of screen-based smart speakers. Broadcasters have also been experimenting with dual-use podcasts such as the BBC’s Newscast and Americast which are both also shown on TV. Publishers like Vox have found success in turning audio ideas into video by either developing them at the same time or sequentially. One recent example is a recent series of technology histories of the rise of tech companies (The Land of the Giants), which is now being developed for TV: ‘We can test out an idea in podcast form or video and that will lead to us developing it out for television’, says Vox publisher Melissa Bell.36

New York Times explores long form. The publisher is also betting heavily on audio having acquired Serial Productions, the company behind hit podcasts Serial and S-Town, for around $25m as well as Audm, a start-up that is focused on showcasing long-form journalism. The Times has moved strategically into audio and visual storytelling in recent years and we can expect the company to use these acquisitions to push further into long form and documentaries. Audio versions of written articles have already featured in The Daily and we can expect this trend to grow this year across a range of publishers.

5. Tecnologías de nueva generación 

En esta sección final exploramos algunas de las tecnologías que probablemente influirán en nuestras vidas en la próxima década. ¿Pero afectarán al periodismo el desarrollo de la inteligencia artificial (AI), la realidad aumentada (AR), la red 5G o los dispositivos inteligentes? 

5.1. La inteligencia artificial se hace realidad

Nuestra muestra indica que los medios ven la AI como la tecnología más poderosa para el periodismo en los próximos años. Más de dos tercios (69%) la nombran cuando se les pregunta. Sólo uno de cada cinco (18%) vota por los beneficios del 5G y sólo un 9% siente que serán los nuevos dispositivos los que tengan el impacto más grande.

 

Las empresas de medios están abrazando cada vez más los beneficios de tecnologías de inteligencia artificial como el machine learning (ML), la generación de lenguaje natural (NLG) y el reconocimiento del discurso para ayudar a encontrar nuevas historias y nuevos clientes, acelerar la producción y mejorar la distribución. Gran parte de esta actividad la ha documentado el proyecto Journalism AI del centro de pensamiento POLIS de LSE, que ha estado compartiendo ejemplos de las mejores prácticas en el último año.37

  • El medio peruano Ojo Público ha creado una herramienta para detectar patrones de posible corrupción en contratos del Gobierno.38
  • La BBC ha estado testando un chatbot para responder preguntas sobre el coronavirus usando su propia información y resumiendo información de fuentes oficiales.39
  • El South China Morning Post está usando AI para identificar audiencias similares de forma que puedan encontrar posibles nuevos suscriptores.
  • La agencia de noticias Reuters usó tecnologías que convierten audio en texto para añadir transcripciones con código a su archivo histórico de vídeo, que llega hasta 1896, Esto facilita encontrar momentos clave en 11 idiomas distintos.40
  • El Globe and Mail de Canada ha delegado muchas de sus elecciones editoriales en su portada digital y en otras páginas en una herramienta llamada Sophi potenciada por inteligencia artificial.41
  • Varias publicaciones están usando herramientas de AI para detectar posibles sesgos de género o de raza en su producción editorial y avisar a los editores. Se ha hablado de nuevas ideas en foros como AIJO, una colaboración que une a ocho medios y que ha propuesto fórmulas para comprender y mitigar los sesgos en la redacción.42

AI en acción

corona bot
Matching audience questions to summarised information (BBC) 
reuters historic archives
Making historic archives searchable with pinpoint accuracy (Reuters) 
ojo publico
Calculating corruption probabilities in government contracts (Ojo Público, Peru) 

Mientras algunos abrazan las nuevas tecnologías, a otros les preocupa que la AI pudiera exacerbar la brecha entre las empresas de medios gigantes y el resto. Muchos medios pequeños no tienen el dinero para invertir en investigación y desarrollo o para pagar a científicos de datos y temen quedarse atrás. En el futuro quizá sea posible comprar soluciones de AI sin desarrollos propios, pero no se ajustarán a las necesidades del negocio y los costes serán probablemente altos. La mayoría de nuestros encuestados (65%) sienten que los medios grandes se beneficiarán más que el resto.

¿Qué podría pasar este año?

Automatización de formatos multimedia a partir de texto. Una de las áreas más interesantes que observar este año podría ser la automatización de nuevos formatos a partir de texto. La BBC está experimentando con herramientas que convierten una historia de texto en una historia visual adaptada a los teléfonos móviles con citas y animaciones. Esto podría ayudar a las empresas de medios a satisfacer distintas preferencias de formatos de audiencias jóvenes y más mayores sin invertir demasiado dinero. Otros medios están intentando ofrecer resúmenes de las noticias como alternativas a los artículos íntegros y más medios están planeando añadir versiones en audio de sus historias este año usando un abanico de voces sintéticas. Los CMS de nueva generación como Arc del Washington Post y Optimo, que se está desplegando en la BBC, ofrecen esta flexibilidad. 

Automatización de nuevos idiomas. Avances en AI han impulsado mejoras en las traducciones automáticas, incluyendo redes neuronales que han permitido traducciones de gran calidad en más de 100 idiomas. Este tipo de avances empiezan a permitir traducir de forma inmediata artículos y posts en redes sociales. Es probable que más medios utilicen este tipo de aplicaciones en este año, ofreciendo versiones de texto, audio y vídeo en otros idiomas a un coste mínimo. Pero para idiomas más pequeños estos avances tardarán más en llegar. 

Los riesgos de la AI se hacen más patentes. El año pasado hemos visto circular varios ejemplos de lo que se conoce como 'deep fakes', en su mayoría con el objetivo de entretener y no de engañar. Channel 4 creó uno que muestra a la reina Isabel II pronunciando un mensaje alternativo de Navidad, luciendo un broche con forma de coronavirus y haciendo bromas sobre miembros de su familia. La compañía Synthesis publicó un deep fake de Santa capaz de enviar mensajes personalizados. Mientras tanto, YouTube está lleno de vídeos y audios falsos, entre otros de célebres raperos recitando a Shakespeare o la Biblia, sobre la base de un programa de AI que aprende de horas de ejemplos de una voz. Por ahora pocas personas se han visto engañadas y los llamados shallow fakes, que incluyen vídeos editados de forma engañosa, siguen siendo un problema más grande. Pero con la tecnología avanzando a un ritmo rápido, distintos tipos de falsedades serán una amenaza más grande en 2021 y más allá.

Fake Santa
Personalised Christmas messages from a ‘deep fake’ Santa (Synthesia)

5.2. Redes más rápidas de 5G y nuevos dispositivos

Las redes 5G pueden transferir datos docenas de veces más deprisa que las redes de cuarta generación que usamos hoy. Esto permitirá navegar más rápido y emitir vídeo de alta calidad, pero el 5G no es sólo una red de otra generación. Hará posible conectar más dispositivos a la vez, creando la estructura necesaria para los hogares inteligentes, para las ciudades inteligentes y para los vehículos autónomos del futuro. 

Se espera que el número de smartphones con 5G se multiplique por dos y alcance los 600 millones en 2021 según Strategy Analytics, aunque la cobertura será todavía irregular en muchos países y la adopción entre la mayoría de la población llevará más tiempo del que muchos esperaban. 

Para los medios, el 5G permitirá emitir vídeo de alta definición a través del teléfono móvil y hará más fácil trabajar y empaquetar contenidos desde cualquier ubicación. Para los consumidores, el 5G traerá beneficios en aplicaciones de vídeo, de videojuegos y de tecnologías inmersivas como la realidad virtual (VR) o la realidad aumentada (AR). Velocidades más rápidas y mejores pantallas acelerarán la evolución hacia noticias personalizadas, formatos móviles y un periodismo más visual. 

Más allá del smartphone, un abanico de objetos equipados con sensores y conectados siempre a internet (el llamado internet de las cosas) nos ayudarán a vivir vidas más inteligentes pero también podrían acrecentar nuestra dependencia de las grandes empresas tecnológicas. 

¿Qué podemos esperar este año?

'Wearables' enfocados a la salud. La pandemia ha hecho que nos preocupemos más que nunca por nuestra salud y eso está impulsando nuevas ventas. El Fitbit Sense añadió un sensor electrodermal que los psicólogos usan para identificar niveles de estrés mientras el Apple Watch Series 6 añadió un sensor que detecta los niveles de oxígeno en sangre. Según un informe reciente de Gartner, el gasto de los consumidores en tecnología wearable podría alcanzar los 63.000 millones de dólares en 2021, más del doble que en 2018.43 Con los relojes inteligentes y los accesorios de fitness en cabeza, quizá ha llegado la hora de que los medios piensen en formatos breves para estas plataformas que llevamos en la muñeca. 

La explosión de los 'hearables'. Los Apple AirPods han alcanzado un éxito inesperado y ahora son el segmento que más crece de la empresa más valiosa del mundo. Apple estima haber vendido más de 80 millones de unidades en 2020, con otros fabricantes de auriculares reportando también ventas récord. Nuevas funcionalidades que veremos este año incluyen la posibilidad de ajustar los niveles de sonido dependiendo del contexto o la ubicación, y permitir controlar el volumen con un gesto y también con la voz. La popularidad de estos hearables subrayará la importancia de los formatos de audio como los podcasts y las historias leídas por seres humanos.

Smart speakers. El crecimiento de los dispositivos que se activan con la voz está empezando a frenarse pese a los precios menguantes y a los nuevos dispositivos. Google recientemente refrescó su gama de Google Home con nuevos dispositivos y un nuevo nombre: Nest Audio. Los dispositivos Amazon Echo han tenido también una actualización mientras Apple introdujo el esperado HomePod mini al precio de sólo 99 dólares. Este año se esperan más altavoces inteligentes con pantallas para disfrutar de la creciente cantidad de contenidos audiovisuales, pero también para ayudar a los consumidores a descubrir más fácilmente las opciones a su alcance. Los altavoces sin pantallas podrían llegar a desaparecer a medida que los asistentes de voz se integren en las televisiones, en los sistemas de sonido y en los automóviles.

Vuelven las smart glasses. Google Glass se adelantó a su tiempo, aunque desde entonces ha renacido como un producto dirigido a las empresas. Los Spectacles de Snapchat adoptó un enfoque más juguetón con filtros y efectos en 3D, pero no han sido un éxito comercial. Pese a estos precedentes, se aguarda con interés la entrada de Apple en el mercado de la "realidad extendida", con un gran anuncio previsto para 2021, aunque los consumidores tendrán que esperar al menos un año más para poder adquirir cualquier nuevo producto. Se dice que Apple Glass permitirá leer mensajes y correos electrónicos, consultar mapas e incluso noticias con interacciones controladas por botones y gestos. Esto ha sido un proyecto a largo plazo para Apple, pero deberá superar los reparos sobre la privacidad y solucionar problemas usabilidad y duración de batería si quiere ser un éxito.

6. Conclusiones 

La combinación de nuevos dispositivos, mejor conexión y tecnología cada vez más potente promete un mundo inteligente donde la inteligencia humana se vea aumentada y apoyada por máquinas. Pero esto también augura otra ola de disrupción con posibles desventajas para muchos, con tecnologías desarrolladas y controladas por un pequeño número de grandes empresas tecnológicas. 2021 no será un punto de llegada en ese viaje sino un año en el que se seguirá avanzando en esa dirección. El papel del periodismo, igual que en la crisis del coronavirus, será explicar las implicaciones de esos cambios para la gente corriente, pero también hacer preguntas sobre la transparencia, el control y sobre cómo se reparten los beneficios de estos cambios. 

Al mismo tiempo, el periodismo como negocio necesitará abrazar este momento para completar su propia transformación. La pandemia ha dejado claro por qué es necesario un cambio más rápido hacia un futuro totalmente digital. Ya estamos viendo la creación de redacciones distribuidas que se benefician de herramientas digitales colaborativas para lograr sacar más reporteros de sus oficinas y para ofrecer más flexibilidad a sus empleados. Éste será el año en el que se empezarán a probar nuevos modelos híbridos y en el que intentaremos encontrar el equilibrio correcto entre eficiencia y creatividad. Pero las redacciones también necesitarán innovar en nuevos formatos digitales si quieren entablar con éxito una relación con éxito con las audiencias en las plataformas en las que esas audiencias consumen información. Éste será el año en el que redacciones que ahora producen texto invertirán muchos más recursos en audio y vídeo digital, en periodismo de datos y en historias visuales que se consumen rápido y que funcionan muy bien en las redes sociales. Para los medios audiovisuales, el desafío es aún mayor porque las audiencias están migrando a una velocidad enorme hacia los servicios de vídeo digital y porque otras empresas de medios están invirtiendo en su territorio. 

En lo referente al negocio, los modelos de suscripción han recibido un impulso indudable con el coronavirus, pero 2021 será muy probablemente el momento de intentar retener a clientes que andan justos de ingresos y que buscan diversiones y entretenimientos y quizá menos el año de encontrar nuevos clientes. Por eso este año podría estar definido más por intentos de diversificar vías de ingresos a través del comercio electrónico y de los eventos, que parecen las áreas más atractivas. Grandes empresas con más recursos están en una posición a la hora de invertir en estas áreas de crecimiento, incrementando la dinámica que beneficia a menudo a las marcas ganadoras y que se ha desarrollado en los últimos años. los pagos de las plataformas a las grandes marcas como parte de sus ofertas de noticias podrían beneficiar a algunos medios, pero corren el peligro de exacerbar las desigualdades y minar la pluralidad a menos que se vean atemperadas por el apoyo de los gobiernos o de las plataformas. 

Mientras algunos medios están contenidos de aceptar el dinero que ofrecen las plataformas, otros sospechan y están decididos a centrarse en su sostenibilidad a largo plazo. La clave será crear experiencias más relevantes y más atractivas y desarrollar una conexión más profunda con las audiencias. El entorno digital en 2021 y más allá no tendrá que ver sólo con los sitios webs y las aplicaciones móviles sino también cada vez más con expresar el periodismo en muchos canales, incluyendo correo electrónico, podcast y vídeo online. Una relación más directa con las audiencias tiene el beneficio añadido de atraer más métricas propias, que muchos ven como la clave para un futuro sostenible.   

El golpe del coronavirus ha sido un catalizador para el cambio que necesita el periodismo y también para el que necesitan muchos otros sectores. En el año que empieza ahora sabremos cuáles de los nuevos hábitos se quedan y cuáles resultan ser sólo temporales. También sabremos qué medios tienen la confianza de abrazar las nuevas oportunidades que han emergido con la pandemia.

Survey methodologies 

234 personas completaron una encuesta cerrada en diciembre de 2020. Los participantes, de 43 países, fueron elegidos porque tienen puestos de liderazgo (en áreas editorial, comercial o de producto) en medios tradicionales o nativos digitales y porque tuvieron responsabilidad en algún aspecto de la estrategia digital o global. Los resultados reflejan esa muestra estratégica de profesionales seleccionados, no una muestra representativa.



Los puestos incluyeron directores o ejecutivos, consejero delegado (CEO), gerentes, jefes del área digital, de innovación y de producto. Poco más de la mitad de los participantes pertenece a organizaciones con antecedentes impresos (54%), cerca de un quinto (22%) representa a emisoras comerciales o públicas, más de uno de cada diez trabaja en un medio nativo digital (15%) y un 8% se desempeña en compañías B2B o agencias de noticias. Entre los 43 países representados figuran Australia, Nueva Zelanda, Taiwán, Hong Kong, Singapur, Tailandia, Corea del Sur, Japón, Kenia, Sudáfrica, México, Brasil, Colombia y Rusia, pero la mayoría de los encuestados vive en los Estados Unidos y en países europeos como el Reino Unido, Alemania, España, Francia, Austria, Finlandia, Noruega, Dinamarca y los Países Bajos.

Los participantes respondieron un cuestionario online con preguntas específicas sobre estrategia digital para 2021. Alrededor del 95% contestó la mayoría de las preguntas, aunque la tasa de respuestas varía. La mayoría (80%) contribuyó con comentarios e ideas en las preguntas abiertas y algunos están citados en este documento con su autorización.

 

Referencias

1 'Changing newsrooms 2020', Reuters Institute

2 El community news project lo administra el National Council for the Training of Journalists y da trabajo a más de 70 periodistas en cabeceras regionales. 'Facebook reporters bringing something new to newsrooms', Hold the Front Page.

3 'Navigating the infodemic' Reuters Institute 

4 The Sunday Times: ‘When Britain Sleepwalked into Disaster’, Tortoise Media, ‘Covid Inquiry’,

5 Washington Post Corona Simulator

7 New York Times, earning release Q3 2020 

13 Group M, ’This Year Next Year: E-Commerce Forecast‘ (Dec. 2020),

24 Un factor que se incluyó cuando el código se envió al Parlamento en diciembre.

26 Rasmus Nielsen, Nieman Lab, 'Stop pretending publishers are a united front

27 Por motivos de transparencia, es importante recordar que la Google News Initiative ayuda a financiar algunos de los informes elaborados por el Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo, incluido este informe. El Instituto ha aceptado financiación también del Facebook Journalism Project.

30 Department for Culture, Media and Sport, Cairncross Review

37 LSE, JournalismAI 

Sobre el autor 

Nic Newman es investigador principal asociado en el Reuters Institute for the Study of Journalism, donde desde 2012 lidera como autor el Digital News Report. También es consultor sobre medios digitales y trabaja activamente en compañías informativas en áreas como producto, audiencia y estrategias de negocio para la transición digital. Lleva 12 años produciendo un informe de predicciones sobre el periodismo y los medios.

Agradecimientos

El autor agradece el aporte de 234 líderes digitales de 43 países que respondieron el sondeo sobre los desafíos y las oportunidades clave para 2021.

Entre los encuestados hubo 52 directores, 45 CEO o gerentes y 29 jefes del área digital provenientes de algunos de los principales medios tradicionales del mundo y también de organizaciones nativas digitales (ver el detalle completo en la metodología de la encuesta).

Sus respuestas ayudaron a guiar los temas de este informe. Algunas citas carecen de atribución a petición de la persona involucrada.

El autor agradece especialmente a Rasmus Kleis Nielsen por sus ideas y sugerencias y a Alex Reid por su contribución en el manuscrito y por mantener la publicación en el camino correcto.

Como en varios informes sobre predicciones, existe un nivel significativo de especulación, particularmente en torno a detalles, así que debe leerse teniendo en cuenta eso. Por lo demás, cualquier error debe ser considerado total responsabilidad del autor, quien puede rendir cuentas el año venidero en esta misma época.

Publicado por el Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo con el apoyo de la Google News Initiative.

Este informe ha sido traducido al español por el periodista argentino Abel Escudero Zadrayec, Journalist Fellow del Instituto Reuters en el curso académico 2007-2008 y director del medio 8000, en Bahía Blanca.

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Publicado por el Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo. 

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Este informe se puede reproducir bajo la licencia Creative Commons CC BY. Para más información, por favor consulte este enlace.

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