Así desafían la censura en Venezuela los medios digitales independientes

Con cientos de diarios y emisoras cerrados por la censura del régimen, los periodistas crean nuevas cabeceras y mantienen espacios de libertad
El equipo del medio digital venezolano Efecto Cocuyo.

El equipo del medio digital venezolano Efecto Cocuyo. 

15th March 2023

Durante las últimas dos décadas, los medios informativos han desaparecido en Venezuela. Entre 2013 y 2022, más de 60 periódicos venezolanos dejaron de circular indefinidamente por falta de fondos, el control del gobierno o la incapacidad de comprar papel suficiente para imprimir sus ediciones. Las cadenas de televisión se han visto obligadas a autocensurarse o han desaparecido. Diez cadenas extranjeras también han sido expulsadas del país. 

Las emisoras de radio, sin embargo, son las más vulnerables a los cierres. Entre 2003 y 2022, al menos 285 han cerrado. Este dato supone el 71% del total de medios de comunicación cerrados durante ese periodo, según la ONG venezolana Espacio Público. Sólo en 2022, el Gobierno venezolano ordenó la clausura de al menos 95 emisoras radiales. 

Estos cierres los llevó a cabo la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, CONATEL. En varios casos, la Comisión ha alegado que las estaciones han operado clandestinamente, sin una licencia. Sin embargo, el Gobierno revocó antes las licencias de emisión de medios críticos.

Además de la censura, el Gobierno también ha recurrido a acciones legales para reprimir la libertad de expresión. Las autoridades han acusado a periodistas y trabajadores de los medios de delitos como difamación, calumnia y terrorismo, lo que pone un impedimento para que los medios y los periodistas sigan informando.  Otros han tenido sus bienes confiscados y sus oficinas incautadas por funcionarios del Gobierno. En otros casos, los medios independientes no han sido cerrados sino comprados para influir en su cobertura.

Con los medios tradicionales en peligro en el país, ¿son los medios digitales el futuro del periodismo en Venezuela? Esta es la pregunta central de este artículo, que incluye las opiniones de académicos, editores de alto perfil y periodistas de investigación que conocen el país y su menguante ecosistema mediático.

Un panorama mediático inestable 

El periodismo en Venezuela no siempre estuvo en una situación tan precaria. Sin embargo, con la elección del líder izquierdista Hugo Chávez en 1998, el Gobierno puso en marcha políticas mediáticas dirigidas a controlar el flujo de información al público. El Gobierno aprobó leyes que limitaban la libertad de expresión, castigaban a las voces disidentes y atacaban a los medios de comunicación independientes.

Después de la muerte de Chávez en el 2013, Nicolás Maduro se convirtió en presidente y el Gobierno continuó aplicando políticas destinadas a limitar el pluralismo en los medios de comunicación. Para Carlos Arcila Calderón, profesor titular en la Universidad de Salamanca, esta transformación ha llevado a la aparición de dos distintos sectores mediáticos: los medios independientes y subvencionados por el Estado. 

“Es un panorama [mediático] todavía muy inestable”, dice Arcila Calderón. “Los únicos que tienen estabilidad son los gubernamentales, porque tienen dinero siempre del Gobierno o los privados que han negociado con el Gobierno”.

Andrés Cañizález es el editor del sitio de verificación de datos Cotejo y el director de Mediánalisis, una organización sin fines de lucro dedicada a promover el periodismo y la información independiente en Venezuela. Él ha sido periodista en Venezuela durante más de tres décadas y ha visto de primera mano el declive gradual del periodismo independiente en el país. “El espacio para el trabajo periodístico independiente se ha ido reduciendo”, afirma el. “Un trabajo periodístico independiente está siempre bajo amenaza. Está siempre cuestionado desde el poder, pero se mantiene ese espacio”.

Internet como refugio

Al comienzo de la década de los 2010, se produjo una explosión de medios digitales independientes en Venezuela. Sitios noticiosos como El Pitazo, Efecto Cocuyo, Armando.info, Runrun fueron fundados por periodistas veteranos venezolanos como una alternativa al periodismo impreso en un espacio mediático en declive. Un número de medios tradicionales, incluidos periódicos que no podían mantener sus ediciones impresas como El Nacional o Tal Cual, también se transformaron en ofertas exclusivamente digitales.

“La esperanza está en lo digital”, dice Arcila Calderón. “La gente que quiere buscar información confiable [en Venezuela] la busca en Internet”.

Cañizález describe una metamorfosis en el entorno mediático del país tras el cierre masivo de periódicos y emisoras de radio. Mientras los medios independientes tradicionales luchaban por sobrevivir, se ha producido una "primavera del periodismo independiente" en el espacio digital. “Ahí llegamos una camada de periodistas mayores y de jóvenes periodistas que se han logrado combinar y mantienen un compromiso con la idea de que hay que informar [al público]", dice.

Una de esas cabeceras es Armando.info, un medio de investigación fundado en 2014 por periodistas veteranos en un momento en el que el Gobierno venezolano estaba comprando medios tradicionales. La redacción, compuesta por 20 personas, subsiste con las contribuciones de varias organizaciones internacionales. "Los medios digitales surgieron no tanto porque queríamos estar en la modernidad digital, sino por la necesidad de seguir haciendo periodismo", dice Patricia Marcano, coordinadora editorial de Armando.info.

Para Luz Mely Reyes, cofundadora de Efecto Cocuyo, la transición a los medios digitales en el país fue también una "migración forzada" al espacio digital.

Efecto Cocuyo, un sitio venezolano independiente de noticias digitales lanzado en 2015, cubre una amplia gama de temas, desde movimientos políticos hasta migración y cambio climático. La redacción emplea a unas 30 personas y su financiación procede de diversas fuentes, desde organizaciones internacionales reconocidas hasta donaciones y publicidad.

“Nosotros mismos nos subimos en esa tabla [del espacio digital] para que no nos arrastrara toda esta corriente autoritaria y de desmantelamiento de la industria periodística”, dice Reyes. 

Los retos que afrontan los medios digitales

No todo es color de rosa para los medios digitales. A pesar de las promesas del Internet como herramienta de difusión de noticias, el Gobierno venezolano sigue encontrando formas de bloquear el acceso a sitios de noticias independientes.

Los bloqueos de Internet son frecuentes en el país, y CANTV, el proveedor de servicios de Internet estatal, encabeza la lista de operadores que con más frecuencia bloquean sitios web. Los proveedores privados también participan en los bloqueos. Entre ellos, la empresa española Movistar y empresas locales como Digitel, Inter, Netuno y Supercable. Un informe reciente de VE Sin Filtro, un organismo venezolano que vigila la censura en Internet, señaló que al menos 59 sitios web habían sido bloqueados por estos proveedores, de los cuales al menos 35 son sitios de noticias independientes.

Para Cañizález, los medios digitales independientes tienen que librar una ardua batalla para llegar a su público. “Esos medios están difundiendo información en un país donde mucha gente no tiene Internet continuo o Internet de calidad, están los bloqueos que sufren”, dice. “Entonces tienen que estar dando indicaciones a los usuarios para usar VPNs”.

Armando.Info es uno de los sitios de noticias que ha sufrido bloqueos y Marcano afirma que han desarrollado estrategias para hacer llegar la información a su público a pesar de estas tácticas de censura. “Entonces existimos [los medios digitales], pero la verdad es que es difícil que nos lea”, dice Marcano. “Entonces tenemos que desarrollar toda una estrategia de enseñanza y educación para que la gente aprenda que es un VPN, cómo lo activas en el celular o en tu computadora. A la vez, hemos tenido que desarrollar estos sitios espejo para repartir nuestros links en redes sociales”.

Los sitios espejo son réplicas de los dominios originales de un sitio web que, en este caso, permiten a las organizaciones de noticias venezolanas distribuir sus artículos y enlaces en las redes sociales cuando el Gobierno bloquea sus dominios originales.

Conseguir financiación también es cada vez más difícil para los medios independientes. Muchos dependen de donaciones de ONG internacionales, fondos de gobiernos extranjeros e incluso campañas de recaudación de fondos.

Reyes de Efecto Cocuyo dice que ha visto la disminución de la filantropía y la financiación internacional en los últimos años, lo que ha hecho más vulnerable la profesión en el país. “¿Cómo nos hacemos sostenibles? ¿Cómo podemos buscar fondos que permitan que el periodista pueda recibir una remuneración que les permita estar relativamente tranquilos en este contexto?” ella pregunta. 

A principios de este año, el Gobierno venezolano presentó un proyecto de ley que permitiría al gobierno supervisar la actuación y la financiación de las ONG. El proyecto de ley ha sido criticado por la ONU y varias organizaciones internacionales sin fines de lucro como una amenaza para la sociedad civil del país. Sin embargo, la ley también tiene implicaciones para los medios de comunicación independientes que también están registrados como organizaciones no gubernamentales.

“Lo que pudiera pasar es que en ese intento de cerrar y de restringir el trabajo de las ONG también caigan algunos medios digitales”, dice Marcano de Armando.info. Ella también describe un entorno en el que los medios de comunicación digitales se enfrentan a los mismos retos que los medios tradicionales.

El acceso a la información es difícil, ya que el gobierno oculta los datos; las autoridades rechazan o ignoran las solicitudes de entrevistas; y las autoridades limitan físicamente a los periodistas para que cubran las protestas o los lugares donde se producen catástrofes naturales. Además, los periodistas sufren precariedad laboral debido al panorama económico del país, lo que obliga a muchos a aceptar trabajos adicionales para sobrevivir.

“Yo creo que el futuro si está en los medios digitales porque todavía tenemos margen de maniobra y tenemos como poder seguir siendo independientes”, dice Marcano, “pero tampoco quiero ser tan idealista. Sabemos que en algún momento nos puede pasar como le ha pasado a medios en Nicaragua, Cuba o Rusia y llegará lamentablemente el momento en el que ya definitivamente no puede seguir operando aquí en Venezuela.”

Mientras tanto, los medios progubernamentales, tanto de propiedad pública como privada, suelen tener más recursos como beneficio de repetir como loros la visión del gobierno. “Dan información pro-gubernamental con un nivel de crítica mínimo”, dice Arcila Calderón. “Como el país está polarizado, dependiendo de tu tendencia política confías en el medio de un lado o de otro”.

De cara al futuro

Varios periodistas venezolanos trabajan ya desde el exilio, y algunos miembros de las redacciones de Armando.info y Efecto Cocuyo residen en el extranjero. “Pues así como han migrado siete millones de personas en Venezuela, también los periodistas han tenido que emigrar por distintas razones, unos por persecución y otras para buscar mejores condiciones de vida”, dice Reyes. 

Sin embargo, a pesar de esta fuga de cerebros, muchos periodistas venezolanos informan incansablemente desde el exilio, y muchos jóvenes periodistas que quizás habrían abandonado el país hace cinco años deciden ahora quedarse.

El profesor Arcila Calderón afirma que la mayoría de los estudiantes de periodismo que tuvo en Venezuela acabaron abandonando el país. “Las nuevas generaciones, las de los últimos dos o tres años, están un poquito más esperanzadas y luchar por el país, por los ideales de democracia”, dice. 

Parece poco probable que el cambio político llegue pronto, según Luz Mely Reyes. Sin embargo, ella cree que el futuro del periodismo en el país pasa por crear alianzas entre periodistas y medios independientes.

Junto con otros periodistas, acaba de lanzar la Alianza ProPeriodismo, cuyo objetivo es fomentar las conexiones para promover la defensa del periodismo independiente en el país. “Va a haber ese espacio para medios independientes que no están alineados con los factores de poder tradicionales en nuestra sociedad”, dice Reyes. “Por eso hago todo el trabajo que hago y si sé que es necesario seguir haciendo ese tipo de trabajo.”

Para Reyes, la Alianza existe para avanzar hacia un marco de cooperación entre periodistas y medios de comunicación con el fin de preservar lo que queda del panorama de los medios independientes en el país y mantener informado al público. “El interés mayor en un contexto autoritario no es la supervivencia de un medio”, dice, “sino la supervivencia del ecosistema de medios que permita hacer periodismo independiente”.

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