Chile
Los medios de Chile están dominados por varias emisoras privadas nacionales y locales, y dos grupos que poseen la mayor parte de los títulos impresos. Desde las protestas populares de 2019, las organizaciones periodísticas han sido puestas a prueba por una serie de drásticos acontecimientos políticos.
Una nueva Constitución, que se redactó durante un complejo proceso diseñado para generar consenso, resultó fuertemente rechazada en un referéndum llevado a cabo en septiembre de 2022. Por lo tanto, comenzó otra vez todo el procedimiento de confección. En años recientes, la política y la cobertura de noticias fueron centrales de la producción de los medios, pero, al rechazarse la Constitución, la discusión se trasladó a otros temas como el debate sobre la delincuencia y la información policial.
Tras un período que incluyó revueltas, el COVID-19, polémicas elecciones presidenciales y varios otros comicios, es posible que ahora las audiencias sientan cierta fatiga informativa. En nuestra encuesta, cuatro de cada diez (40%) dicen que a veces o a menudo evitan las noticias, lo que supone un leve aumento con respecto al año pasado. La política nacional es uno de los temas más mencionados a la hora de evitar.
En términos más generales, durante este período el papel del periodismo y la actuación de los reporteros han sido objeto de escrutinio, sobre todo en redes como Twitter, aunque el nivel de debate no llegó al punto álgido que se vio con el referéndum. Un ejemplo destacado fue la cobertura de los incendios forestales en el centro y el sur de Chile, antes de Navidad, con importantes pérdidas de vidas y hogares. Las cadenas de televisión dispusieron una amplia cobertura, y algunas enviaron a sus presentadores a las zonas afectadas. Los espectadores acusaron a unos reporteros de insensibilidad, pero elogiaron a otros por no hacer entrevistas en momentos de vulnerabilidad o porque directamente apagaron las cámaras.
Clips de lo que el público consideraba buenas o malas prácticas se hicieron virales en las redes sociales, a medida que los chilenos fueron adoptando el consumo de noticias en una “segunda pantalla”, algo que los propios medios fomentaron al explorar formatos informativos en TikTok y noticiarios en directo vía YouTube. TikTok ha sido la plataforma de más rápido crecimiento en el último año: según nuestros datos, la utilizan casi cuatro de cada diez (39%) y un 18% dice que consumió noticias allí en la última semana.
A pesar de los esfuerzos de las cadenas de televisión por comprometerse seriamente con las noticias, la economía mediática se mantiene precaria y son habituales las pérdidas de puestos de trabajo. Uno de los casos más visibles fue La Red, que se incluyó en este informe por primera vez en 2022 porque impulsaba una cobertura informativa seria en lugar de dedicarse al entretenimiento. Tras meses sin pagar los salarios, se declaró en quiebra, cambió de director general y transformó toda su programación, pasando de las noticias políticas en directo a la reposición de viejas series de TV y películas. Ahora es prácticamente una emisora diferente y, como consecuencia, sus cifras de confianza se han resentido.
La única TV pública gratuita del país, Televisión Nacional de Chile (TVN), también sigue enfrentando dificultades. Las estaciones privadas como Mega y Chilevisión (CHV) continúan acrecentando su popularidad, y TVN ha tenido que recurrir al alquiler comercial de sus instalaciones a productoras audiovisuales. Las marcas televisivas permanecen como las fuentes informativas más consumidas en el ámbito online, aunque lo más evidente en todo el sector de los medios es la importancia del material audiovisual, incluyendo formatos híbridos como los programas radiales con transmisión en video en directo o los periódicos haciendo hincapié en los videoclips.
Chile cuenta con dos grandes grupos dedicados a los periódicos: La Tercera, propiedad del conglomerado Copesa, y El Mercurio, que es el diario de referencia. Actualmente, ambos tienen muros de pago, pero El Mercurio también gestiona otro portal llamado Emol, de acceso gratuito y financiado con publicidad.
La revista The Clinic parece haberse convertido en un ejemplo del cambio de gustos del público, que se aleja de la política. Tradicionalmente considerada como una publicación parcialmente satírica, fue adquirida por una empresa que pretende buscar audiencias jóvenes con contenidos sobre entretenimiento y cultura.
Uno de los debates surgidos durante los últimos eventos políticos fue la posibilidad de una ley para regular a los medios. Los defensores de la iniciativa argumentan que una nueva legislación es necesaria para garantizar el pluralismo y combatir la concentración, mientras que los detractores se preocupan por los posibles riesgos para la libertad de expresión y el bloqueo de la entrada de nuevos actores comerciales. Este debate se reabrirá. También se han propuesto proyectos de ley para abordar el peligro de las “noticias falsas”, aunque se ha avanzado poco debido a la falta de consenso sobre cómo se define la desinformación o quién debe ser responsable de determinar la verdad.
Francisco J. Fernández and Enrique Núñez-Mussa
Pontificia Universidad Católica de Chile / Michigan State University
Medios cambiantes
Las fuentes tradicionales, como la televisión y la prensa escrita, han experimentado un declive en los últimos siete años. Pero también caen los medios digitales y las redes sociales, lo que indica que puede estar produciéndose cierta fatiga informativa.
Pagan por noticias online
11%
Escuchan podcast
39%
Confianza en las noticias en general
35%
(=) 28/46
Confianza en las noticias que consumo
36%
La confianza en las noticias permanece baja (35%) y ha sufrido un descenso general de 3 puntos porcentuales. Tras su quiebra económica y la importante reducción de personal, disminuyó la confianza en la cadena de TV La Red. Al mismo tiempo, se incrementó la confianza en el diario conservador El Mercurio, lo que tal vez refleja un nuevo escenario político en el país tras el rechazo al proyecto constitucional en 2022.