El panorama mediático en Argentina se caracteriza por la concentración en el sector privado, la debilidad de las emisoras públicas, la creciente desconfianza en todos los medios y la disminución del interés en las noticias tras la pandemia del COVID-19. Las elecciones presidenciales de 2023 podrían estimular el interés público por la información periodística, pero también podrían elevar los niveles de polarización.

En los últimos seis años, el interés por las noticias ha disminuido sin cesar. El porcentaje de personas que declaran estar extremadamente o muy interesadas en las noticias pasó del 77% en 2017 al 43% en 2023. Un 9% afirma que durante la semana anterior no ha consumido ninguna fuente informativa, y casi la mitad dice que a menudo o a veces evita activamente las noticias.

También ha continuado el declive en la circulación de los periódicos impresos. Clarín, el diario más vendido, reportó a finales de 2022 una tirada dominical de 150.000 ejemplares y el año previo estaba en 200.000.¹Si bien sus suscripciones digitales se incrementaron y llegaron a 550.000, los ingresos representan apenas un tercio de los ingresos combinados entre el impreso y el digital. En comparación, su principal competidor, La Nación, aumentó su base de suscriptores digitales a 365.000 en el mismo período. Ambos medios anunciaron que en 2023 abandonarían sus tradicionales revistas dominicales para centrarse en los contenidos online. Otros impresos tradicionales, como Perfil, Los Andes y La Voz, han mantenido sus muros de pago. Por otro lado, nativos digitales como Cenital y elDiarioAR han seguido por el camino de las membresías para generar ingresos. Los paquetes ofrecidos combinan el acceso a las noticias online con boletines diarios o semanales. Cenital, por ejemplo, envía más de 1,5 millones de correos electrónicos al mes, y tiene una tasa de apertura del 48,5%.² 

A principios de 2023, los dos medios más consumidos online eran Infobae (38% de los encuestados) y el sitio web y las aplicaciones del canal informativo por cable Todo Noticias (TN), que consumen más de tres de cada diez. Ninguno de ellos tiene muro de pago o sistema de membresía. La disposición a pagar por las noticias permanece baja: sólo el 12% dice haber pagado durante el año anterior.

La audiencia de la televisión en abierto también ha prolongado su descenso, con un 19,6% de promedio en 2022 repartido entre todas las cadenas. A lo largo del año, el principal telediario, Telefé Noticias, ha tenido una media del 10,4%. Aunque hay siete canales informativos por cable para una población apenas superior a los 45 millones, la audiencia promedio combinada fue del 8,4%.³ Los niveles de público crecieron en noviembre y diciembre, dado que los argentinos siguieron lo que ocurría con su selección de fútbol en el Mundial de Qatar.

Los tradicionales impresos y las noticias en radio y en televisión (por cable y en abierto) suelen reflejar la polarización del país, ya que estos medios se concentran en manos de organizaciones que tienen relaciones políticas de larga data. Por ejemplo, tanto Clarín como La Nación y sus canales de cable han sido críticos con el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Por el contrario, Página/12 (que es propiedad de un sindicato grande) y el canal C5N (que fue adquirido en 2012 por el empresario Cristóbal López, vinculado a los Kirchner) han apoyado al Gobierno. La Televisión Pública no puede funcionar como una alternativa eficaz a los medios privados, debido a su audiencia relativamente escasa y a la percepción de su sesgo a favor del Gobierno.

En este escenario de disminución del interés en las noticias, nuestros datos muestran que el consumo de contenidos informativos en plataformas sociales ha bajado de forma generalizada: menos de la mitad de los encuestados dicen haber leído noticias en Facebook, y sólo alrededor de tres de cada diez afirman haber accedido a noticias en Instagram, WhatsApp o YouTube.

El consumo de pódcast no se ha incrementado, aunque se sostiene como fuente de información para alrededor de un tercio de los consultados. Leer y ver (en ese orden) siguen siendo las formas preferidas de consumir noticias online, más que escuchar. Esto se refleja en la creciente cantidad de boletines disponibles, tanto de medios como de periodistas individualmente, sobre temas tan diversos como política, literatura, deportes y crianza de los hijos.

Si bien no constituyen novedades ni la polarización ni la desconfianza relativamente alta en los medios, jamás estuvieron tan elevados los niveles de desinterés y de evasión activa de las noticias. Queda por ver si estas tendencias serán afectadas por la cobertura de la campaña electoral para las presidenciales de octubre.

Eugenia Mitchelstein y Pablo J. Boczkowski
Centro de Estudios sobre Medios y Sociedad en Argentina (MESO)

Medios cambiantes

El consumo de noticias ha disminuido en todos los soportes: sitios y aplicaciones de noticias, televisión y periódicos, y también en las redes sociales, que en años anteriores habían experimentado cierto crecimiento.

La confianza en los medios en general ha caído cinco puntos porcentuales, del 35% al 30%. Además, también ha bajado la confianza en las fuentes de aquellos medios que los encuestados dicen utilizar: del 42% al 36%. Argentina es uno de los países con menor nivel de confianza en los medios. Sin embargo, algunas marcas como Telefé Noticias y TN siguen siendo percibidas como dignas de confianza por la mayoría de las audiencias.

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