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¿Se han polarizado más las audiencias de noticias a lo largo del tiempo?

¿Se han polarizado más las audiencias de noticias a lo largo del tiempo?

15 de junio de 2022

Algunos momentos políticos de división crean la sensación de que vivimos en una época de polarización política de especial intensidad. A los medios partidistas (en combinación con la preferencia de la gente por los medios que comparten sus puntos de vista políticos, algo bien documentado) a menudo se les culpa de alejar aún más a la población, lo que nos deja a cada uno con ideas esencialmente diferentes sobre temas clave de la sociedad.

En esta narrativa está implícita, en primer lugar, la noción de que todo el mundo tiene una preferencia única y fuerte por los medios con los que coincide. En segundo lugar, que tales preferencias se intensifican con el tiempo. Y en tercer lugar, que este proceso se refleja en diferentes países y sistemas mediáticos.

Los datos que presentamos en este capítulo cuestionan estos tres supuestos. Al analizar en distintos países la polarización de las audiencias de noticias, mostramos que el nivel es generalmente bajo porque la mayoría de los medios atraen a públicos mixtos y/o centristas. También que hay grandes diferencias según el país, que los niveles de polarización han cambiado poco desde 2016 y que en algunos medios el perfil de las audiencias se ha modificado notablemente. Otro hallazgo es que los patrones nacionales de polarización se corresponden en cierta medida con la forma en que las propias audiencias ven el panorama mediático de su país.

Cómo medimos la polarización de las audiencias

El enfoque que utilizamos para analizar la polarización de las audiencias de noticias se apoya en el trabajo que estrenamos en el Digital News Report 2017, cuyo método específico quedó descrito en un artículo evaluado por pares y publicado en una revista académica (Fletcher y otros, 2020). En resumen: comparamos la composición izquierda-derecha de las audiencias online y offline combinadas de cada medio con la composición izquierda-derecha de la población nacional, lo que nos permite observar si las audiencias de cada medio se inclinan hacia la izquierda o hacia la derecha con respecto a la media de la población y, en tal caso, cuánto lo hacen. De este modo, una puntuación de -0,50 indica que un medio tiene una audiencia compuesta enteramente por personas de izquierdas, una puntuación de 0,50 indica una audiencia totalmente de derechas y un 0 marca una coincidencia total con las cifras de la población. A continuación, en cada país trazamos las audiencias de cada medio en un único mapa, con el objetivo de contar con un panorama de las audiencias de cada país. Por último, el nivel de polarización en cada país es la distancia media entre las audiencias (calculadas por desviación estándar), ponderada por el tamaño de cada audiencia, de modo que los medios más grandes cuenten más.1

La polarización actual de las audiencias

Podemos empezar el análisis de la polarización partiendo de nuestros datos más recientes de 2022. En el Reino Unido, algunos medios como el Guardian tienen una audiencia inclinada hacia la izquierda en comparación con la población nacional, mientras que otros como el Daily Mail tienen una audiencia que se inclina hacia la derecha. La burbuja más grande del mapa, que representa la audiencia de BBC News, está mucho más cerca del punto medio, lo que indica una audiencia mixta y/o centrista que se asemeja mucho a la composición política del Reino Unido en su conjunto.

La polarización de las audiencias varía según el país

El Reino Unido tiene un nivel relativamente alto de polarización de las audiencias de noticias. En el siguiente gráfico, la dispersión de las burbujas muestra que la polarización británica es mayor que la de Noruega y Alemania pero menor que en Estados Unidos, donde no hay ningún gran medio en el centro. Esto enfatiza la importancia de los servicios públicos de comunicación como ancla central en una buena porción de Europa. (En el territorio estadounidense, parte de este papel puede estar cubierto por el periodismo local, no representado en nuestro mapa). Las audiencias lucen menos polarizadas en Noruega, donde la mayoría de los periódicos y emisoras tradicionales tienen público mixto y/o centrista, aunque recientemente se les han unido varios meios partidistas/alternativos (como Document.no y HRS) que tienen audiencias con inclinación política más marcada y ocupan un espacio más alejado en el mapa. En Alemania, si bien en los últimos años han surgido nativos digitales, en la mayoría de los medios las audiencias son predominantemente centristas. Esto se debe en parte a que una cantidad menor de personas se identifica con la izquierda o la derecha, lo que impide registrar niveles muy elevados de polarización en esta dimensión (aunque, por supuesto, tanto la población como las audiencias de noticias pueden estar polarizadas en otras dimensiones).

En cada país podemos calcular una puntuación de polarización sobre la base de la desviación estándar de las audiencias de los medios, ponderadas según su tamaño, que refleja hasta qué grado se acerca a un máximo teórico donde sólo existen medios con orientaciones totalmente de izquierdas y totalmente de derechas, sin nada entre ambos extremos. Esto nos permite comparar más sencillamente entre países, pero también pone de relieve que la polarización de las audiencias es baja en la mayoría de ellos. En Alemania, por ejemplo, es apenas el 10% de lo que podría ser, e incluso en Estados Unidos la polarización está en 34%: lejos del límite teórico.

¿Está aumentando la polarización de las audiencias?

Para explorar si la polarización está creciendo, podemos comparar los datos más recientes con los de 2016, que fue cuando empezamos a preguntar en nuestra encuesta si las personas se identificaban políticamente con la izquierda o la derecha.

Al menos en los cuatro países donde ponemos el foco para este capítulo, la polarización de las audiencias de noticias no ha aumentado sustancialmente (si es que lo ha hecho) en los últimos seis años. El aspecto más sorprendente de los mapas es lo poco que han cambiado con el tiempo: 3 puntos porcentuales o menos desde 2016. Esto refleja modificaciones mínimas en el comportamiento de las audiencias.

Estos gráficos se derivan de mapas que sólo incluyen a los medios por los que preguntamos tanto en 2016 y 2022; la mayoría de las veces, no reflejará con precisión el surgimiento de nativos digitales más nuevos (y a menudo más partidistas) ni el cierre de medios tradicionales (aunque esto es menos común). Si agregamos estos datos, se verifica un ligero cambio pero la diferencia entre 2016 y 2022 se mantiene en 4 puntos porcentuales o menos, unas cifras que podrían ser el resultado de ruido aleatorio o una modificación real. Por lo tanto, lucen estables los patrones de polarización de las audiencias de noticias (al menos a corto plazo) y parece que la aparición de nativos digitales partidistas tiene un efecto mínimo debido al tamaño pequeño de sus audiencias.

Audiencias cambiantes para distintos medios

Si ponemos la lupa sobre lo que ocurre en cada país, observamos algunos cambios interesantes en las audiencias de los distintos medios. En el Reino Unido, por ejemplo, BBC News ha mantenido su extensa audiencia mixta/centrista, pero la del Mirror se ha vuelto significativamente menos izquierdista. De modo similar, la audiencia de The Times se ha vuelto menos de derechas, si bien mantiene una leve inclinación hacia allí. Al mismo tiempo, las audiencias de otros medios se han vuelto más partidistas y, como hemos mencionado, han ingresado en el mercado nuevas opciones partidistas/alternativas como GB News. Esto hace que la polarización en su conjunto se haya mantenido bastante estable.

No es posible utilizar los datos para decir con certeza qué hay detrás de estos cambios, y las razones probablemente varían para cada medio. Tal vez el perfil de las audiencias de algunos medios haya cambiado debido al desplazamiento del consumo desde lo analógico a lo digital. Esto puede ser especialmente relevante para los medios que llegan a más personas mediante plataformas como Facebook y Google, donde procesos como la exposición accidental (cuando a la gente se le presentan noticias mientras utiliza la plataforma para otras cuestiones) y la serendipia automatizada (cuando los algoritmos le muestran artículos de medios que normalmente no consume) hacen que sea menos importante la exposición selectiva partidista. Los muros de pago también pueden tener un efecto, si el perfil de quienes están dispuestos a pagar es diferente de la audiencia típica. Y, por supuesto, algunos medios quizá tomaron conscientemente la decisión de ajustar su línea editorial, lo que implica atraer a una base de usuarios diferente.

Percepciones sobre la polarización de los medios

Para complementar nuestros datos sobre el comportamiento de las audiencias, este año hemos añadido una pregunta sobre el grado de polarización que los ciudadanos perciben en el panorama mediático de su país. La polarización percibida es un concepto establecido en la ciencia política: se refiere a la medida en que la gente cree que los grupos políticos o los partidos se diferencian entre sí, más allá de las similitudes o diferencias reales en sus políticas. Preguntamos a los encuestados: "Según tu opinión, ¿hasta qué punto están políticamente cercanos o alejados los principales medios de tu país?". Las posibles respuestas van desde "muy alejados" hasta "muy cercanos". Es importante tener en cuenta que la polarización (normalmente considerada mala) comparte ciertas cualidades (por ejemplo, la ausencia de homogeneidad) con conceptos como la diversidad y la pluralidad (que normalmente se consideran buenos). Pero dado que esto normalmente se vincula a que todos los puntos de vista estén representados por igual, y no a la distancia entre los grupos, la redacción de la pregunta nos acerca a la polarización.

La polarización percibida de los medios es más elevada en Polonia (54%), España (49%), Tailandia (48%) y Argentina (47%), lugares donde alrededor de la mitad piensa que los principales medios están políticamente bastante o muy alejados. Las cifras más bajas se dan en Corea del Sur (15%), Portugal (16%) y Singapur (16%). A nivel regional, la polarización percibida en promedio es menor en el norte de Europa y mayor en el sur de Europa y en América Latina.

Hasta cierto punto, estos patrones se corresponden con lo que podríamos esperar a partir de las normas de imparcialidad, los niveles de libertad de prensa y el paralelismo político (es decir, el grado en que los medios coinciden con los partidos). Al menos en los cuatro países que son eje de este capítulo, los niveles de polarización de las audiencias de noticias concuerdan con los niveles de polarización percibida, y los habitantes del Reino Unido y de Estados Unidos perciben más polarización que los de Alemania y Noruega. No obstante, también existen muchas razones para esperar que las percepciones de la gente difieran de nuestras expectativas. Por ejemplo: en función del fenómeno de los medios hostiles, podemos inferir que quienes creen que los medios tienen sesgo contra personas como ellos pueden pensar que los medios “son todos iguales” y, por lo tanto, cercanos, pese a que el panorama mediático esté polarizado. Al mismo tiempo, la gente puede creer que existe más polarización de la que hay, porque se trata de un relato que tanto políticos como medios han fortalecido. En este sentido, la polarización percibida es similar a la confianza en las noticias, ya que las percepciones de confianza y la confianza real pueden ser bastante diferentes. De todos modos, es importante comprender las percepciones de la gente porque pueden tener consecuencias reales.

Conclusiones

En este capítulo hemos descrito cómo, tal vez contra lo esperable, la polarización de las audiencias de noticias suele ser relativamente baja (sobre todo, fuera de Estados Unidos). En líneas generales es estable en el tiempo y varía significativamente según el país. En muchos lugares, han ingresado en el mercado nuevos medios partidistas/alternativos, pero dado que sus audiencias suelen ser pequeñas y la mayoría de la gente aún gravita en torno a los medios establecidos, su influencia en los patrones de comportamiento resulta mínima, y en algunos casos se compensa con las audiencias crecientemente mixtas de los medios más grandes.

Además, observamos cómo ciertas audiencias pueden cambiar, incluso en un lapso relativamente corto: para los medios, muchos de los cuales se han centrado más en la audiencia en los últimos años, puede ser útil revisar el cambiante perfil izquierda-derecha de su público, si bien se trata de apenas una de las dimensiones en las que pueden perfilar a sus usuarios, tanto en lo político como en otros aspectos. El reto consiste en identificar las formas más apropiadas y comprender cómo el análisis de las audiencias se relaciona con la estrategia empresarial y editorial, y con los diversos modos en que la gente llega y accede a las noticias, y dónde los posiciona esto en el ecosistema informativo nacional.

El panorama general que hemos detallado quizá arroja una imagen tranquilizadora para quienes se preocupan por los efectos de los medios digitales en la sociedad. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los patrones de comportamiento de las audiencias pueden parecer estables a corto plazo y a la vez tornarse muy diferentes a lo largo de varias décadas. Y además, la estabilidad a nivel del público masivo puede esconder una creciente polarización entre los partidarios. Más allá de esto, incluso si el comportamiento de las audiencias cambia poco, el contenido informativo de ciertas organizaciones periodísticas puede tornarse más partidista simultáneamente. Si bien los medios más pequeños y partidistas pueden contar con un alcance directo mínimo, también pueden ejercer una influencia indirecta sobre las élites políticas y la cobertura mediática. El comportamiento de las audiencias es ciertamente relevante, pero se trata apenas de una pieza en un rompecabezas mucho más grande.

Notas al pie

1 Para obtener detalles más precisos sobre cómo se calcula la polarización de las audiencias de noticias, ver Fletcher y otros, 2020. Nota: el análisis se efectuó con datos no ponderados.