El cambio climático es uno de los temas que definen nuestra época… si no es el tema que la define. Pero cuando se trata de informar sobre este asunto, los medios suelen tener dificultades para atraer la atención del público. Es un tema que puede parecer intrincado, deprimente y, a menudo, complicado de entender. También frecuentemente se politiza y las audiencias se polarizan. En este capítulo, como continuación de nuestro examen de este tema en 2020,1 exploramos las actitudes y comportamientos de la gente en relación con las noticias sobre cambio climático, y proporcionamos información que puede ayudar a las redacciones a la hora de pensar el diseño de sus coberturas y cómo generar el interés del público.
Interés en las noticias de cambio climático
Nuestros datos evidencian que el interés por las noticias sobre cambio climático es más elevado en varios mercados de América Latina, el sur europeo y Asia-Pacífico. Muestran interés algo más de la mitad de los encuestados en Grecia (53%), Portugal (53%), Chile (52%) y Filipinas (52%). Las cifras son menores en el norte y oeste de Europa, como en Noruega (33%) y Francia (36%), así como en Estados Unidos (30%). En líneas generales, la gente más interesada en las noticias sobre cambio climático tiende a contar con mayores ingresos y educación. Y, acaso sorprendentemente, también son de mayor edad.
Al examinar las causas de estas diferencias a niveles regional y nacional, descubrimos que uno de los factores es la polarización. En los mercados donde se registran más diferencias de interés comparando gente de izquierdas y de derechas, hay menos interés general por las noticias sobre cambio climático. Por ejemplo, en Estados Unidos (el mercado con el nivel más bajo de interés por este tipo de información) la diferencia es de 41 puntos porcentuales entre quienes se sitúan en la izquierda y la derecha, y el escaso interés de quienes son de derechas reduce la cifra de interés general.
En los mercados con mayor interés, la polarización izquierda-derecha es menor. Podemos ver esta dinámica en Grecia y Portugal. En Grecia, la diferencia entre personas de izquierdas y de derechas que se interesan por las noticias sobre cambio climático es de 16 puntos porcentuales, y en Portugal, apenas de 10 puntos.
De acuerdo con nuestro estudio, otra influencia puede darse con el impacto del propio cambio climático. Muchos países han sido testigos de fenómenos meteorológicos extremos relacionados con esta problemática; Grecia y Portugal, por ejemplo, han sufrido devastadores incendios forestales en los últimos años, y Chile sigue padeciendo una grave sequía, lo que ha hecho que el cambio climático sea "fácil de ver".2 También es posible que las audiencias se interesen más en estas coberturas cuando no tienen tanta polarización y pueden ver claramente los efectos negativos del clima extremo en los lugares donde viven.
Fuentes de las noticias sobre cambio climático
Más allá del interés, podemos examinar las fuentes a las que se presta más atención para las noticias sobre cambio climático. En general, en los mercados que cubrimos más gente se inclina por informarse con documentales (39%) que a través de los grandes medios (33%). Esto también ocurre en todos los grupos de edad.
La disparidad entre el consumo de documentales y los principales medios se repite en la mayoría de los mercados. En Grecia, por ejemplo, la brecha es amplia: 55% presta atención a los documentales y 35% a los grandes medios. Esta tendencia posee sus excepciones en lugares como Japón, donde una mayor cantidad se inclina por los medios (41%) que por los documentales (27%).
Es posible que las películas y los programas de televisión, desde Una verdad incómoda de Al Gore en 2006 (que impulsó la atención mundial hacia el cambio climático) hasta los numerosos documentales sobre la naturaleza producidos desde entonces por la BBC (por ejemplo, Planeta azul II), Netflix (por ejemplo, Seaspiracy) y Disney+ (por ejemplo, Elefante), tengan mayor impacto y se alojen en la memoria de la gente más que las noticias diarias. Se trata de producciones audiovisuales que, si bien no siempre tratan sobre el cambio climático, combinan impresionantes imágenes con una narración convincente y mensajes medioambientales, y llegan a millones de personas. Netflix afirma que su serie Nuestro planeta, narrada por sir David Attenborough, ha llegado a 100 millones de hogares desde su estreno en 2019.3 Aunque algunos documentales han sido criticados por ciertas imprecisiones,4 el poder emotivo ciertamente parece tener eco en las audiencias. Su popularidad también es otra prueba de la importancia de la televisión a la hora de atraer la atención hacia la información sobre cambio climático, algo que ya señalamos en 2020.
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Sir David Attenborough
Cuando profundizamos en la atención que la gente presta a los principales medios, observamos que se consumen menos noticias sobre cambio climático en los mercados donde el interés y la atención están polarizados, como Estados Unidos y Australia. En estos lugares, junto con Noruega, la mayor proporción dice no prestar atención al cambio climático en absoluto y estas cifras elevadas son impulsadas en gran medida por quienes son de derechas. En Estados Unidos, la mitad de las personas de derechas (49%) no presta nada de atención al cambio climático, y lo mismo ocurre con alrededor de un tercio en Australia (34%) y en Noruega (31%). En Portugal y Chile, sólo el 5% de la derecha política dice no prestar atención.
De hecho, el contraste entre Estados Unidos, Australia y otros mercados resulta muy áspero, y muestra el papel que puede desempeñar la polarización política (y la cobertura mediática) en la disminución del interés y la atención sobre el cambio climático en tanto problema. La atención a las fuentes en general es baja tanto en Estados Unidos como en Australia, a pesar de los efectos visibles del cambio climático en ambos países en años recientes. En cambio, lugares como Grecia y Chile no parecen sufrir los mismos niveles de polarización de las audiencias y registran índices más altos de atención.
Por último, también registramos diferencias interesantes en la atención a las fuentes según la edad. En muchos mercados, los menores de 35 años son dos o tres veces más propensos que los mayores a decir que para informarse sobre cambio climático prestan atención a celebridades, famosos de las redes sociales o activistas. Los denominados "influencers verdes" han acumulado gran número de seguidores online, enfatizando los vínculos entre el cambio climático y la justicia social. Entre ellos se encuentran Vanessa Nakate, una activista climática de Uganda con cientos de miles de seguidores entre Twitter e Instagram; Jack Harries, un youtuber ecologista cuyo canal tiene 3,7 millones de suscriptores, y Jerome Foster II, un joven activista climático que es asesor de la Casa Blanca y tiene más de 43.000 seguidores en Instagram. Grupos como el colectivo EcoTok también buscan conectar con el público joven en TikTok. Nuestros encuestados de menor edad también son algo más propensos a decir que obtienen las noticias sobre cambio climático de fuentes pequeñas o alternativas, algunas de las cuales han sido iniciadas por jóvenes activistas climáticos.
Cobertura del cambio climático
Las audiencias parecen más interesadas y prestan más atención a las noticias sobre cambio climático allí donde los efectos negativos se sienten con mayor intensidad. Pero podría decirse que es demasiado tarde si la gente sólo presta atención una vez que los desastres ya han sucedido. Uno de los principales retos es cómo llevar adelante una cobertura que ponga la lupa sobre las causas y las decisiones que conducen a las catástrofes, y no sólo a las catástrofes en sí.
Un enfoque es asumir una postura clara, como ejemplifican tanto el Guardian, que pide más acción sobre la "crisis climática", como los documentales que hacen activismo sobre cuestiones ambientales. Pero, ¿qué opinan las audiencias de que los medios adopten una posición?
En general, observamos fuertes diferencias regionales, que reflejan patrones similares a los ya identificados en este capítulo: las audiencias de América Latina, el sur de Europa y varios mercados de Asia-Pacífico están más abiertas a que los medios se posicionen a favor de la acción para combatir el cambio climático. Grandes porciones de encuestados en Chile (58%), Portugal (48%) y Filipinas (42%) dicen que los periodistas deberían abogar por el cambio. En contraste, gana la imparcialidad en los mercados del norte europeo, Europa occidental y América del norte. Encuestados de Alemania (45%), Noruega (44%) y Estados Unidos (42%) preferirían que los medios reflejaran una serie de opiniones y les dejaran decidir qué pensar.
Al examinar estas tendencias, en lugares como Noruega y Alemania el público posiblemente esté predispuesto a esperar enfoques imparciales en la cobertura periodística, sobre todo en las emisoras públicas. Por otro lado, la polarización política quizá desempeñe un papel también aquí.
En muchos mercados, una gran mayoría de la derecha política quiere que los periodistas sean imparciales al cubrir el cambio climático, y estas opiniones impulsan ciertas tendencias generales. La proporción de gente de derechas que está a favor de la imparcialidad es del 60% en Noruega y del 69% en Estados Unidos. Por el contrario, en la izquierda política se suele favorecer que los periodistas defiendan acciones para combatir el cambio climático. Las opiniones de Chile y Portugal no están tan polarizadas y tanto la derecha como la izquierda están de acuerdo con la acción climática.
Las opiniones polarizadas sobre la imparcialidad reflejan tendencias que identificamos en el identificamos en el Digital News Report 2021. En cuestión de imparcialidad, las audiencias se dividen según sus puntos de vista políticos. Y también según la edad, algo que vuelve a ocurrir este año: los más jóvenes son más propensos a creer que los medios deben adoptar una posición clara a favor de la acción contra el cambio climático. Así piensan, en todos los mercados, el 43% de quienes tienen entre 18 y 24 años, frente al 34% de los mayores de 55 años, que prefieren las coberturas imparciales.
Conclusiones
Nuestros hallazgos sostienen que las tendencias en torno a las noticias sobre cambio climático son impulsadas por factores como la política, la edad y los impactos del propio cambio climático. El interés y la atención por el cambio climático como tema periodístico se encuentra mucho más polarizado políticamente en algunos países, y mucha gente de derechas ni siquiera presta atención al asunto. En esto han desempeñado un papel clave los políticos conservadores y los medios alternativos. Resulta difícil para el periodismo atraer a este segmento crítico de las audiencias, sobre todo si los conservadores ven que el cambio climático es un tema “de la izquierda" y desaprueban la adopción de una postura.
¿Hay otros pasos que los periodistas pueden dar para que la cobertura sobre cambio climático se sienta más relevante? Tal vez, aprender del gran atractivo de muchos documentales sobre medio ambiente, que aportan narraciones claras e imágenes extraordinarias. Estos relatos ayudan al público a conectar con un tema muy amplio y a veces abstracto, sin ser necesariamente "político". Pero también algunos documentales han sido acusados de utilizar selectivamente los hechos, y un enfoque "hábil pero carente de sustancia" puede resultar contraproducente entre quienes aún no están convencidos. De todos modos, siempre hay espacio para mejorar la forma de contar historias.
¿Y si se adopta una postura más activa? Si bien la gente de izquierdas se muestra más interesada y comprometida, en la mayoría de los mercados hay una gran cantidad que sigue sin manifestar interés por las noticias sobre cambio climático y tampoco presta atención a los principales medios. Para este público, tomar una posición clara puede ser una manera de aumentar el interés o la atención, pero hacerlo implica el riesgo de colisionar con las normas periodísticas de imparcialidad que rigen en muchos países.
En el Reino Unido, el Guardian ha adoptado una postura y esto puede generar el favor de las audiencias más jóvenes (y de izquierdas), que son más proclives a ello. Atraer al público joven con el cambio climático significa llegarle con historias precisas y convincentes en los espacios digitales que ocupa, donde llaman a la acción los influencers y los activistas. Al mismo tiempo, asumir una posición clara puede suponer otro riesgo: alejar aún más a las audiencias ya desinteresadas y afianzar aún más las divisiones en torno al asunto.
No obstante, luce evidente que allí donde se sufren directamente los impactos del cambio climático la gente expresa mayor interés, presta más atención a las noticias y se siente más inclinada a apoyar a los periodistas que adoptan una postura. Pero si las manifestaciones muy visibles del cambio climático (incendios, inundaciones y sequías) son las que llaman la atención, esto plantea un problema en sí mismo. Es necesario actuar (y, por tanto, disponer de información creíble para hacerlo) antes de que se produzca una catástrofe. Sin embargo, las tendencias a largo plazo, los riesgos futuros que hoy no se ven y las complejidades científicas del cambio climático son temas que dificultan captar la atención del público, sobre todo cuando hay otras crisis inmediatas, desde la inflación hasta la guerra en Ucrania. El cambio climático es difícil de cubrir y no queda claro que haya un enfoque único para todos.
Notas al pie
1 https://www.digitalnewsreport.org/survey/2020/how-people-access-news-about-climate-change/ ↩
2 https://www.reuters.com/world/americas/chiles-record-breaking-drought-makes-climate-change-very-easy-see-2021-08-10/ ↩
3 https://about.netflix.com/en/news/net-zero-nature-our-climate-commitment ↩
4 https://www.theguardian.com/environment/2021/mar/31/seaspiracy-netflix-documentary-accused-of-misrepresentation-by-participants y https://www.independent.co.uk/voices/bbc-david-attenborough-nature-documentaries-fake-a8291961.html ↩