La propiedad de los medios se mantiene muy concentrada en el mayor mercado de Suramérica. Los grandes conglomerados dominan la TV, la radio y la prensa escrita, pero se enfrentan a una mayor competencia online y en las redes sociales. Por su parte, el presidente Jair Bolsonaro sigue atacando al periodismo cada día, en un contexto donde se evidencia una creciente fatiga informativa. 

La evasión selectiva de noticias ha alcanzado otro récord en Brasil: más de la mitad de nuestros encuestados (54%) afirman que evitan las noticias a menudo o a veces. Se trata de la tercera cifra más alta de todos los mercados incluidos en el Digital News Report. La fuerte tendencia al alza (en 2019 esta evasión se situaba en el 34%) parece reflejar una especie de “fatiga de malas noticias”: en 2021 la inflación tocó su máximo en seis años,¹ y la pandemia sigue siendo un asunto prominente en los medios.

En 2021, la cifra de muertos por COVID-19 fue más del doble que en el año anterior: llegó a 412.880, según informó CNN Brasil. Más de la mitad de los brasileños calificaron la gestión del presidente Bolsonaro como “mala” o peor que mala,² y en septiembre su índice de aprobación registró un mínimo histórico. Desde 2020, al menos 303 trabajadores de medios y ex-periodistas brasileños han fallecido por coronavirus: se trata de la mayor cantidad entre los 95 países analizados por Press Emblem Campaign (PEC).

La tensión política aumentó en varias ocasiones al seguir desafiando el presidente las costumbres políticas brasileñas y el sistema de controles y equilibrios. En agosto de 2021, Bolsonaro instó al Senado a destituir a un juez del Supremo Tribunal Federal, Alexandre de Moraes. Unas semanas después, volvió a atacar a la corte durante sus discursos en São Paulo y Brasilia, frente a miles de seguidores que habían salido a las calles para protestar.

En marzo, el magistrado De Moraes ordenó la suspensión de los servicios de Telegram en todo el país, con el argumento de que la aplicación de mensajería se había negado varias veces a cumplir órdenes judiciales. Unos días después, revocó la medida. El juez había dictaminado previamente que Telegram debía eliminar mensajes que contenían falsedades y proporcionar la información que solicitaban las autoridades judiciales brasileñas. Bolsonaro tiene más de un millón de seguidores en Telegram y se quejó de la prohibición y aseguró que no tenía “soporte legal”.

La problemática relación del presidente con los principales medios no muestra signos de mejora. La agencia de verificación Lupa informó que Bolsonaro atacó a la prensa en 42 de las 49 emisiones en directo que efectuó en las redes sociales durante 2021.

Casi dos tercios de los brasileños (64%) se informan ahora a través de las redes sociales cada semana, recurriendo a una amplia gama de opciones. Facebook ha perdido terreno y ha sido superado por YouTube como la red más popular para el consumo de noticias. También se ha registrado un fuerte incremento en el uso para noticias de redes visuales más nuevas, como Instagram (35%) y TikTok (12%), mientras que las aplicaciones de mensajería WhatsApp (41%) y Telegram (9%) se sostienen como vías relevantes para debatir y compartir noticias.

La televisión continúa dominando en términos de gasto en medios, pero va cediendo posiciones frente a las alternativas digitales. La parte de la tarta publicitaria que se lleva la TV en abierto disminuyó del 51,9% al 45,4% entre 2020 y 2021, según datos de Cenp-Meios. Además, la parte que se llevan las revistas cayó un tercio y una de las más vendidas del país, Época, anunció en mayo que ponía fin a su edición impresa después de 23 años. Algunos de sus contenidos se trasladaron a las páginas impresas y al sitio web del periódico O Globo, que pertenece al mismo grupo mediático.

La circulación diaria promedio de los diez diarios más vendidos rondó los 1,51 millones de ejemplares el año pasado, lo que supone un descenso de casi un 3,5% desde 2020. Pero la digitalización avanza velozmente: en los dos primeros meses de 2021, las suscripciones digitales (que incluyen acceso a la versión en PDF y a la página web) representaban el 59% de la circulación de los diez periódicos más vendidos; a finales de ese año, la cifra subió al 67%.³

Todo indica que las elecciones de este año serán otra muestra de la polarización política del país. Sin embargo, los datos indican que para los brasileños el entorno de los medios es relativamente homogéneo en términos de posicionamiento político. Sólo el 23% de nuestros encuestados percibe que las organizaciones informativas están al margen de influencia política. Si bien en otros países existe la pauta de que los periodistas deben limitarse a ofrecer información cuando usan las redes sociales, la mayoría de los brasileños (60%) piensan que estos profesionales también deben tener la posibilidad de expresar sus opiniones personales.

Rodrigo Carro
Periodista financiero y antiguo Journalist Fellow del Instituto Reuters

Medios cambiantes

Las audiencias de los medios tradicionales, como la televisión y la prensa escrita, han disminuido significativamente en la última década, al tiempo que el tráfico online y de redes sociales se ha mantenido relativamente estable. El uso de teléfonos inteligentes para las noticias se ha incrementado rápidamente y Brasil tiene más dispositivos inteligentes que personas.⁴

La confianza en las noticias sufrió un contundente descenso, que compensa la recuperación experimentada en dos años previos. La confianza general en las noticias cayó seis puntos porcentuales hasta un 48%, en medio de la previsión de una campaña presidencial muy polarizada para las elecciones de este año: consecuentemente, Brasil ha cedido siete lugares con respecto al informe anterior y ahora ocupa el puesto 14 entre los 46 mercados relevados.

Notas al pie

¹ https://www.reuters.com/world/americas/brazil-2021-inflation-highest-since-2015-central-bank-vows-tighter-policy-2022-01-11/ ↩

² Poll Institute Datafolha, julio de 2021. ↩

³ Fuente: Instituto Verificador de Comunicação (IVC). ↩

⁴ https://eaesp.fgv.br/sites/eaesp.fgv.br/files/u68/fgvcia2021pesti-relatorio.pdf ↩