Brasil
Brasil ha sido uno de los países más afectados por el coronavirus: a principios de 2021 tenía la segunda mayor cantidad de muertes después de Estados Unidos. Los medios han sido muy críticos con el modo en que manejó la crisis el presidente Jair Bolsonaro, que incluyó una serie de afirmaciones falsas sobre una enfermedad a la que describió como “una gripecita”. También los medios han sufrido ataques.
Los periódicos brasileños más influyentes, incluyendo O Globo, Folha de São Paulo y O Estado de São Paulo, criticaron las reiteradas declaraciones de Bolsonaro minimizando la pandemia. Subrayaron sobre todo su escepticismo en relación con el COVID-19, su priorización de la economía sobre el distanciamiento social y la demora del Gobierno federal para adquirir vacunas.
Los canales de televisión, aún muy populares, se han mostrado divididos sobre esta cuestión. Algunos, como Rede TV y Record TV, parecen ser más positivos con el Gobierno. Pero Globo, que es la emisora más grande, ha defendido con fuerza que se debían seguir las recomendaciones de la OMS. En general, la prensa se inclina por un enfoque científico.
El presidente ha hecho afirmaciones engañosas sobre el coronavirus y sus tratamientos, incluyendo la promoción de la hidroxicloroquina que, según dijo, ayudó en su curación. También ha criticado el uso de mascarillas. En noviembre de 2020 declaró que no se aplicaría ninguna vacuna.1 Hasta mayo de 2021, más de 400.000 brasileños habían fallecido por COVID-19.
En marzo Twitter eliminó dos posts del presidente con videos que lo mostraban caminando entre docenas de seguidores y atacando las medidas de confinamiento. La plataforma sostuvo que esos videos violaban sus reglas. Al día siguiente, Facebook e Instagram quitaron posts similares: Mark Zuckerberg citó el hecho como ejemplo de Facebook eliminando información falsa. La agencia independiente de chequeo Aos Fatos dijo que hasta el 13 de abril había identificado 2.805 declaraciones falsas o engañosas del presidente Bolsonaro durante sus 833 días de gobierno. El mandatario también ha atacado ásperamente a la prensa. En enero de 2021, un informe de la Federación Nacional de Periodistas culpó a la retórica de Bolsonaro del aumento de los ataques a los reporteros. En 2020 la entidad contabilizó 428 agresiones verbales y físicas, incluyendo dos homicidios: fue la cifra más alta desde comienzos de los 90. El propio presidente cometió 175 de esos ataques verbales.2
La Asociación Brasileña de Emisoras de Radio y Televisión dijo que un sondeo había detectado que cada día se publicaban online 7.900 posts con lenguaje despectivo hacia la prensa. Reporteros Sin Fronteras subrayó que Bolsonaro, sus familiares y algunos funcionarios del gobierno habían creado una atmósfera de “odio y desconfianza hacia el periodismo brasileño”.
El COVID-19 golpeó duro al mercado publicitario y parece haber acelerado la migración hacia las plataformas digitales. La circulación general de los diez periódicos más vendidos cayó un 9,2%, pero la proporción digital de sus audiencias subió un 64% en la primera mitad de 2020. Prácticamente todos los periódicos han endurecido sus muros de pago, aunque varios también han ofrecido suscripciones digitales con descuentos significativos. El cambio quizá también tenga algo que ver con la preocupación de los lectores (al menos en la etapa inicial de la pandemia) por el riesgo de contagiarse manipulando el papel. O Globo apaciguó a sus lectores asegurando que se trataba de algo improbable si se tomaban medidas simples de higiene, como lavarse las manos.
Las emisoras comerciales de televisión todavía son la principal fuerza en el panorama mediático del país, pero como fuente de noticias han seguido perdiendo terreno frente a las redes sociales. La porción de los canales en el mercado publicitario se mantuvo estable en un 51,9%, aunque los brasileños se muestran reticentes a pagar por noticias online y la televisión de pago perdió más de 800.000 suscriptores: continúa la tendencia de cortar el cable.3.
A la inversa, los servicios de streaming (encabezados por Netflix) experimentaron un año de bonanza debido a que la gente pasó más tiempo en sus hogares. En 2015 el canal líder, Globo, lanzó su propio servicio de streaming, Globoplay, con una combinación de telenovelas, deportes y programación internacional, y se amplió hacia el audio incorporando a la plataforma más de 80 de sus podcasts. También anunció alianzas con productores independientes de contenido para diversificar su oferta de podcasts.
Una inversión significativa se produjo con el lanzamiento de la versión local de la CNN como canal de noticias 24 horas. La cadena con base en Atlanta licenció su marca a una compañía brasileña liderada por el periodista Douglas Tavolaro y el millonario emprendedor Rubens Menin, que anunció que contrataría a unos 400 reporteros por todo el mundo. Casi todos los programas se hacen en Brasil. Tavolaro dejó la empresa tras 12 meses.
Rodrigo Carro
periodista económico y ex Journalist Fellow del Instituto Reuters.
Nota metodológica
En 2021 cambiamos nuestro proveedor de paneles para encuestas online en Brasil como parte del esfuerzo para que nuestros datos sean lo más precisos posibles. Aunque recurrimos a los mismos cupos en cuanto a edad, género y región, deben evitarse las interpretaciones en comparación con 2020. En la sección sobre la metodología hay más información al respecto.
Pagan por noticias online
17%
Comparten noticias
47%
Confianza en las noticias en general
54%
=7/46
Confianza en las noticias que uso
52%
Confianza en las noticias en buscadores
48%
Confianza en las noticias en redes sociales
34%
La incertidumbre que trajo la crisis sanitaria aparentemente fortaleció el apetito por la información fiable. La confianza general en las noticias está relativamente alta según estándares internacionales, y se encuentra mucho más baja en redes sociales. Los canales de TV y los periódicos locales y regionales tienden a ser los más confiables.
Notas al pie
1 https://www.reuters.com/article/us-brazil-bolsonaro-vaccine-idUSKBN28704L
2 https://latamjournalismreview.org/articles/attacks-journalists-brazil-2020-bolsonaro/