Brasil
La política brasileña sigue profundamente polarizada tras las reñidas elecciones de 2022 y los posteriores intentos de modificar el resultado, que incluyeron disturbios y el asalto al Congreso Nacional. La propiedad de los medios permanece concentrada: una serie de grandes conglomerados privados manejan espacios radiales, impresos y digitales. Pero estas empresas sufren las presiones que trae aparejado el cambio en los hábitos de las audiencias.
Los brasileños continúan más divididos que nunca, a un año de los comicios nacionales que dieron la victoria al izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva por estrecho margen sobre el expresidente de ultraderecha Jair Bolsonaro. Un sondeo de opinión del instituto de investigación Quaest muestra que, en febrero de 2024, el 83% creía que el país estaba más dividido que unido, en comparación con el 64% apenas seis meses antes.1 En junio de 2023, un panel de jueces del máximo tribunal electoral concluyó que Bolsonaro había abusado de su poder durante la fallida candidatura a la reelección, y que había señalado dudas infundadas sobre el sistema nacional de voto electrónico. Bolsonaro, de 69 años, fue inhabilitado hasta 2030 para presentarse otra vez como candidato.
El expresidente y muchos de sus aliados, incluyendo exministros y militares de alto rango, son investigados por la policía federal por presunta conspiración para dar un golpe militar. Desde principios de 2023, las detenciones y la pesquisa judicial han dominado los titulares políticos. Esto, en combinación con las guerras en Ucrania y Oriente Próximo, produce una pesada agenda informativa que puede explicar el fuerte aumento de la evasión de noticias.
La proporción de encuestados que se alejan de las noticias a menudo o a veces alcanza ahora un 47%: subió 6 puntos desde el año pasado. El alcance semanal de las principales fuentes informativas ha disminuido en los últimos años, incluidas las redes sociales excepto TikTok, donde Lula y Bolsonaro publican con regularidad. Los medios procuran desarrollar sus audiencias en TikTok, pero a pesar de sus esfuerzos no llegan a la altura de las personalidades más conocidas. TV Globo, la emisora más grande del país, tiene alrededor de 6 millones de seguidores en TikTok, mientras que el humorista Windersson Nunes supera los 22,4 millones.
Brasil debe lidiar con la desinformación difundida en las redes. En nuestra encuesta, TikTok y X se consideran las menos fiables para consumir noticias: el 24% de los usuarios de ambas plataformas indican que es difícil distinguir el contenido informativo fiable del que no lo es.
Hubo un intento fallido de aprobar una norma para regular las plataformas digitales y la desinformación el año pasado. Las firmas tecnológicas mostraron una oposición frontal a la 'ley de fake news', que haría a las formas responsables de prevenir la difusión de falsedades y discurso de odio. Hubo un enfrentamiento breve con el Gobierno cuando Google puso un enlace en su página principal explicando su oposición a la ley y enfadando al ministro de Justicia, que amenazó con una multa. Google se echó atrás en apenas unos minutos. Después de cuatro años de debate en el Congreso, el proyecto de ley se abandonó. En abril, el presidente de la Cámara de Representantes, Arthur Lira, anunció la creación de un grupo para debatir una nueva propuesta.
Existe inquietud en torno al uso de la inteligencia artificial generativa para crear imágenes falsas de campaña, dirigidas a candidatos o partidos en las elecciones municipales de octubre próximo. A finales de febrero, el Tribunal Superior Electoral prohibió los deepfakes en el material oficial de la campaña electoral y dictó que cualquier contenido multimedia sintético debe llevar una etiqueta advirtiendo que se creó con IA. El rápido desarrollo de estas tecnologías también impulsó a Editora Globo (una de las principales editoriales de revistas y libros) a prohibir que las empresas de IA usen sus contenidos para entrenar modelos generativos. Por otro lado, algunos descubren nuevas oportunidades: el diario O Estado de S. Paulo lanzó un chatbot que recurre al archivo para responder preguntas del público.
La tendencia menguante en la circulación de periódicos se revirtió el año pasado, aunque principalmente se debió a un cambio en los criterios utilizados para calcular la cantidad de suscriptores digitales. Según el Instituto Verificador de Comunicación, la circulación promedio de los diez diarios más vendidos aumentó casi un 14% en 2022 y llegó a 1,7 millones por día. La modificación en la metodología hizo que se consideren suscriptores incluso quienes pagan precios promocionales extremadamente bajos.
Este empujón no se reflejó en empleos. Un estudio encargado por la Federación Nacional de Periodistas evidenció que el año pasado se contrataron 9.500 profesionales pero se perdieron 10.400 puestos de trabajo.2 De todos modos, surgieron noticias prometedoras en materia de seguridad: la entidad constató 181 ataques a periodistas, lo que implica una reducción del 52%. Las cifras incluyen agresiones físicas, amenazas, decisiones judiciales que restringen la libertad de prensa y detenciones de reporteros, entre otros tipos de violencia.
Rodrigo Carro
Periodista económico y ex Journalist Fellow del Instituto Reuters
Medios cambiantes
Si bien la TV sigue recibiendo la mayor parte del dinero de la publicidad, su uso como fuente de noticias ha disminuido drásticamente desde 2015. La prensa escrita experimentó una caída más pronunciada, pero se ha estabilizado en los últimos años.
Pagan por noticias online
19%
Confianza en las noticias en general
43%
=15/47
Tras dos años de declives significativos, la confianza general en las noticias se mantiene sin cambios con respecto a 2023: 43%. Aun así, en términos de confianza Brasil ocupa el primer lugar entre los seis países latinoamericanos de nuestra muestra. Las grandes marcas de noticias y los programas nocturnos de televisión siguen siendo los más confiables en general, junto con la prensa local y regional.
RSF World Press Freedom Index
82/180
Score 58.59
Measure of press freedom from NGO Reporters Without Borders based on expert assessment. More at rsf.org
